La bolsa cambia radicalmente el día a día de estas personas que, muchas veces, acaban cayendo en una depresión llegando incluso, en los casos más extremos, al suicidio.
El estigma asociado a esta situación hace que sean muchos los pacientes que no se atreven a hablar de este problema y viven un auténtico sufrimiento ante el miedo y la vergüenza de tener pérdidas en público. Sin embargo, como explica el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, “si desde el principio estos pacientes contaran con el apoyo, cuidado y seguimiento de una enfermera estomaterapeuta podrían llevar una vida totalmente normal. Desgraciadamente, en nuestro país, no todos los hospitales cuentan con estos profesionales y ni siquiera su presencia es homogénea en todo el territorio nacional por lo que la suerte del paciente depende en gran parte de la Comunidad Autónoma donde resida y del hospital en el que, de forma programada o de urgencia, sea intervenido. Por eso, desde el Consejo General de Enfermería reivindicamos que se apueste por la implantación de estas consultas en todos los hospitales y se incremente el número de enfermeras estomaterapeutas en nuestro país”.
Así, como recoge el Libro Blanco de la Ostomía, mientras Cataluña, Extremadura, Valencia, Madrid, Cantabria y País Vasco, por este orden, se encuentran entre las regiones con más consultas de estomaterapia, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Canarias, Baleares y Aragón se encuentran en la cola.
Para visibilizar esta situación, reivindicar la presencia de enfermeras estomaterapeutas y consultas especializadas en todos los hospitales y mostrar la realidad de aquellos pacientes que cuentan con el apoyo de estos profesionales, el Consejo General de Enfermería con la colaboración de Coloplast, coincidiendo con la Semana Mundial del Paciente Ostomizado, han puesto en marcha una campaña de concienciación en la que, bajo el lema ‘#MientrasVives’, se pone el acento en cómo la vida nos puede cambiar en cualquier momento.