Redacción, 28-07-2022.- El dolor de cuello es uno de los síntomas más habituales de una cultura laboral que obliga a cada vez más personas a mantener posturas rígidas durante horas. Por supuesto, existen todo tipo de motivos por lo que este dolor puede manifestarse, y no todos están ligados al trabajo, aunque no nos vamos a engañar: sí, buena parte de ellos. No solo en trabajos de oficinas, sino también, evidentemente, en trabajos que requieren esfuerzo físico o mental constante. En cualquier caso, también puede afectar a niños pequeños y adolescentes.
Ponte recto, siéntate bien, mírame… ¿Cuántas veces le habrás dicho esto a tu hijo? Sin embargo, no es que los adultos seamos buenos ejemplos de ello. Los teléfonos móviles y las pantallas tienen mucho que ver en que las personas jóvenes cada vez presenten más indicios de tortícolis: pasan largos intervalos de tiempo con la vista centrada en alguna pantalla que no se sitúa al mismo nivel que ellos. Por tanto, sus cuellos adoptan una posición, cuanto menos, poco natural. Sea como sea, debemos estar muy pendiente de esta parte de nuestro cuerpo al que no dejamos de maltratar.
No vale encorvarse
Tal y como recoge El Confidencial, una mala postura puede causar dolor de cuello al forzar los músculos y los ligamentos. Imagínate si esa mala postura se convierte en una costumbre. Al final, no te extrañes si con el tiempo esto acaba resultando en lesiones.
«La tensión cervical corresponde a un cuadro clínico doloroso producido por una contractura muscular incontrolable y persistente en la región cervical posterior, que afecta a un músculo o a un grupo muscular. La contractura comprime los pequeños vasos que aportan sangre al músculo, dificultando así la irrigación sanguínea y favoreciendo aún más la contractura, e impidiendo su recuperación», explican desde ‘Quirón Salud’.
Desconéctate más de tu teléfono móvil
La gran cuestión actual. Tu teléfono móvil no solo está perjudicando a tu vista o a tu capacidad de memoria y concentración, también está incidiendo en algo mucho más visible que, sin embargo, pasamos por alto: nuestro cuerpo. Chatear o, simplemente, mirar la pantalla por cualquier período de tiempo ejerce una tensión excesiva en nuestro cuello.
Con el tiempo, esta tensión adicional sobre las articulaciones, los ligamentos y los discos puede provocar cambios degenerativos. Para evitarlo, ante todo, trata de no encorvarte demasiado, pero también puedes probar a no estar tan pendiente de tu teléfono, salir algo más de la órbita de lo digital.
Como señala el posturólogo y director de la Clínica Árvila Magna, Quim Vicent, en ‘Saber Vivir’, en el momento en que notamos sobrecargada esta zona del cuerpo «hay que estudiar cómo están los captores de postura básicos, que son el ojo y el pie, y también cómo abrimos y cerramos la boca».