Redacción, 01-04-2025.- Los riesgos para la salud que conlleva la producción y el consumo de carne, especialmente la carne roja y procesada, son ampliamente reconocidos.
El síndrome metabólico, la diabetes, las cardiopatías coronarias, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer colorrectal y la mortalidad por cualquier causa son algunas de las consecuencias asociadas sistemáticamente al consumo de carne. Sin embargo, algunos titulares de la prensa han sugerido que eliminar la carne de la dieta podría aumentar el riesgo de depresión. Un nuevo metaanálisis publicado en febrero 2025 en Nature ha examinado de manera rigurosa los estudios disponibles para aportar claridad a este debate.
Tal y como recoge El Correo Gallego, el estudio se llevó a cabo en la Universidad de Granada en España. El equipo de investigadores realizó una revisión sistemática y un metaanálisis siguiendo las directrices PRISMA. Se analizaron datos de 20 estudios longitudinales con un total de 64 992 participantes, que se dividieron en dos grupos según su exposición: dieta sin carne (vegetarianismo y veganismo) y dieta baja en carne (flexitariana). Se evaluó la incidencia de la depresión mediante diagnósticos clínicos, registros médicos y escalas validadas.
El metaanálisis confirmó que las personas que siguen una dieta sin carne presentan un menor riesgo de desarrollar depresión en comparación con aquellas que consumen carne con regularidad. Al dividir los resultados por tipo de dieta, se observó que:
–Dieta sin carne: reducción del riesgo de depresión en un 26%, consistente entre estudios y poblaciones.
–Dieta flexitariana (bajo consumo de carne): la asociación es menos consistente, la reducción del riesgo de depresión es de un 10%.
Estos resultados fueron especialmente robustos en estudios de alta calidad metodológica, lo que sugiere que el efecto protector de la dieta sin carne no es producto del azar o sesgos metodológicos.