Redacción, 31-03-2025.- Con el objetivo de concienciar e informar sobre las pautas nutricionales que deben seguir las personas durante un tratamiento de cáncer gástrico, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, hospital público de la Comunidad de Madrid, organizó recientemente su III Jornada sobre cáncer gástrico, bajo el título «La importancia de la alimentación y la nutrición».
Durante el encuentro, dirigido a pacientes, los especialistas del Servicio de Endocrinología y Nutrición del centro mostoleño abordaron los principales retos a los que se enfrentan los pacientes con esta enfermedad que se someten a una gastrectomía total o parcial como parte de su tratamiento, según recoge la Comunidad de Madrid.
Miguel Aganzo Yeves, doctor en Nutrición del Servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital y uno de los ponentes de esta jornada, resalta que «la gastrectomía produce una serie de cambios fisiológicos que predisponen a la malnutrición crónica y afectan de manera significativa a la calidad de vida de los pacientes».
Según el experto, las alteraciones más relevantes tras la gastrectomía son la pérdida de almacenamiento del estómago, lo que genera el síndrome de Dumping debido al paso rápido de los alimentos al intestino y deriva en hipoglucemia, sudoración, mareos o diarrea; la pérdida del proceso digestivo normal, y de la función defensiva frente a patógenos, la capacidad de absorber la vitamina B12 y la pérdida de apetito.
«Estas consecuencias -agrega- pueden provocar limitaciones importantes en la vida de los pacientes en el ámbito familiar, laboral y social». Además, en algunos casos, aumenta la fragilidad o la sarcopenia y, en consecuencia, la morbimortalidad.
Por ello, Aganzo resalta que «el manejo nutricional después de la intervención es fundamental para mejorar la calidad de vida, controlar el alto riesgo de malnutrición y la sintomatología clínica digestiva mediante el seguimiento continuado de estos pacientes».
Por su parte, el Dr. Francisco Arrieta, especialista en Endocrinología y Nutrición del hospital, añade que, en ocasiones (un 30 por ciento de los casos), se produce diarrea tras la gastrectomía, incluso esteatorrea (pérdida de grasa en heces), y eso agrava aún más la absorción intestinal adecuada, además de complicar la vida diaria del afectado. Por ello se precisa individualizar el tratamiento nutricional y farmacológico siempre que se requiera.