Redacción, 05-11-2021.-La llegada del frío supone volver a cubrir nuestros pies hasta prácticamente el próximo verano. Normalmente, una vez termina la época estival, probablemente porque los pies están la mayoría del tiempo tapados, tendemos a cuidarlos mucho menos.
Tal y como recoge La Razón, desde alteraciones en la piel o en las uñas por el uso prolongado de esmaltes, hasta infecciones de diversos tipos o problemas en la pisada derivados del abuso de un calzado plano o sin suficiente sujeción durante varios meses, las posibles anomalías en esta parte tan imprescindible de nuestro cuerpo en otoño son muy variadas.
Por ello, desde el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA), dan consejos para cuidar la salud de nuestros pies:
Visitar al profesional de la Podología es una de las cuestiones más importantes después del verano.
Además de ampollas, rozaduras u otras heridas mal curadas causadas por chanclas y sandalias, es común padecer patologías por hongos o bacterias, tanto en la piel como en las uñas, así como otras alteraciones musculares. Por ello, es el momento idóneo para revisar que todo está correctamente.
Cuidados e higiene.
Cualquier cambio de hábitos afecta a nuestro cuerpo y a nuestros pies. En este caso, es muy posible que tengamos la piel más agrietada, sequedades, rozaduras o callos. Además, entre otras cosas, la vuelta a la rutina y a estados de estrés y ansiedad también afectan a nuestros pies. Por ello, aparte de lavarlos con jabones neutros, secarlos e hidratarlos a diario, podemos realizar otro tipo de cuidados que nos beneficiarán a nivel general.
La elección del calzado y los calcetines.
Una de las cuestiones más importantes para mantener la salud de nuestros pies es la utilización de un calzado de calidad y adaptado a cada circunstancia. Las características básicas más importantes de unos zapatos de invierno son: que tengan una buena sujeción a nuestro pie, que sean flexibles, impermeables y con suela antideslizante, que tenga hendiduras. Además, también es importante prestar atención a los calcetines que utilizamos, que deben adaptarse a las características del calzado, ser de fibras naturales y tener el menor número de costuras posibles.
Buenas rutinas de deporte.
Con los cambio de tiempo, rutinas, actividades y tipo de calzado, se hace más importante que en cualquier otro momento del año tener prevención. En este sentido, cuestiones que siempre debemos tener en cuenta son el uso del calzado adecuado para el tipo de deporte que practicamos, no utilizar ese calzado en otros contextos o terrenos y calentar y estirar debidamente.