Redacción, 03-05-2022.- La piel es el órgano más importante de nuestro cuerpo. El espejo de nuestro estado de ánimo mental y emocional. Por ello, es necesario invertir tiempo en cuidarla para mantenerla saludable, luminosa, sin manchas y con una textura agradable. En los últimos años, el cuidado de la piel se ha convertido en la “tendencia beauty” más habitual entre la población. Las demandas en operaciones y tratamientos estéticos han aumentado y se prevé que sigan haciéndolo. Pero, ¿a qué se debe este éxito por cuidar la piel?
Tal y como recoge Consalud, Ana Molina, dermatóloga en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid), ha presentado su nuevo libro “Piel sana, piel bonita” donde da las claves para entender el funcionamiento de nuestra piel y cómo mantenerla saludable, bonita y luminosa.
El cuidado de la piel es fundamental para proteger nuestro organismo. Entre sus principales funciones, señala la doctora Ana Molina, se encuentran las siguientes: “La función barrera, porque nos protege de muchas maneras, por su estructura celular, por todo el sistema inmunológico que contiene y por las bacterias que habitan en su superficie”. Además, también ayuda a regular la temperatura corporal gracias a la sudoración y nos produce hormonas como la vitamina D, que es importante para el organismo.
Para mantener una piel hidratada, luminosa y saludable, es fundamental practicar una rutina facial adecuada a cada estación del año. En invierno, explica la dermatóloga, “la clave del cuidado de la piel es una buena crema hidratante espesa que nos proteja y nos hidrate. En verano, por el contrario, es fundamental un fotoprotector”. Más allá de esto, los dermatólogos recomiendan seguir cuatro pasos: “Uno limpieza, dos hidratación, tres fotoprotección y cuatro transformación”.
“Se debe hacer una limpieza adecuada por la mañana y por la noche. Si además nos hemos maquillado mucho o vivimos en un clima muy contaminado, por la noche intentar hacer lo que se llama una doble limpieza: primero un primer paso con un limpiador al aceite que nos ayude a retirar los restos de contaminación y de maquillaje, y luego ya un segundo paso con una limpieza al agua, con un jabón y agua”, señala la doctora.
Tras la limpieza, recomienda el uso de cremas hidratantes que sean ricas en antioxidantes que ayuden a luchar contra el estrés oxidativo del daño que produce el sol en la piel y de los factores externos. Además, es fundamental usar un fotoprotector que tenga un SPF50+, que también proteja de la luz ultravioleta, los infrarrojos y la luz visible.