Redacción, 22-07-2024.- Contracciones, edemas o infecciones urinarias son algunas de las principales molestias que aparecen por el calor durante el embarazo, por lo que se aconseja que las mujeres embarazadas tomen precauciones específicas, según ha señalado el jefe de Obstetricia del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Sanitas CIMA, Ignasi Segura.
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer trabaja para mantener el equilibrio térmico y proteger al feto en desarrollo. Sin embargo, el calor excesivo puede dificultar este proceso, provocando deshidratación, estrés térmico y, en casos extremos, complicaciones graves como parto prematuro o preeclampsia, según Redacción Médica.
«El calor extremo puede afectar la termorregulación del cuerpo, haciendo que las mujeres embarazadas sean más susceptibles a la deshidratación y otros problemas de salud», ha explicado Segura.
Según ha comentado el especialista, el calor aumenta el riesgo de deshidratación, que puede generar contracciones prematuras y reducir el líquido amniótico. Para prevenirlo, es necesario ingerir abundante agua y evitar actividad física durante las olas de calor. Asimismo, la exposición a temperaturas altas empeora la retención de líquidos, generando edemas en piernas y pies y aumentando el malestar general, por lo que se debe descansar con las piernas elevadas y utilizar ropa ligera y transpirable para aliviar estos posibles síntomas.