Redacción, 26-11-2024.- La resistencia a los antimicrobianos (RAM) figura en la lista de la Organización Mundial de la Salud como una de las 10 principales amenazas mundiales para la salud humana. Según una reciente investigación publicada por The Lancet, se estima que la RAM podría matar en el próximo cuarto de siglo a más de 39 millones de personas de forma directa y a otros 169 millones indirectamente.
La RAM requiere una respuesta mediante el enfoque «Una sola salud», que tenga en cuenta que la salud de las personas, de los animales, de las plantas y del medio ambiente están estrechamente vinculadas y son mutuamente dependientes.
La prevención es el pilar fundamental para luchar contra la aparición y propagación de las resistencias a los antimicrobianos, siendo la protección del medio ambiente una parte clave de la solución.
¿Por qué el medioambiente es clave?
Tal y como recoge Sigre, la triple crisis planetaria -la contaminación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad- provoca temperaturas más altas, patrones climáticos extremos, contaminación biológica y química y cambios en el uso de la tierra que alteran la diversidad microbiana. Todos estos factores son un caldo de cultivo para el aumento de la RAM, según el informe “Bracing for Superbugs: Strengthening environmental action in the One Health response to antimicrobial resistance”, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).