Redacción, 19-01-2024.- Cada principio de año es habitual hacer propósitos para el año nuevo, muchos de los cuales guardan relación con la idea de mejorar nuestro estilo de vida: hacer deporte, dejar de fumar, comer más sano, etc. Sin embargo, entre esos propósitos bienintencionados no suele aparecer el dormir más y mejor, pese a que las encuestas señalan que más de la mitad de los españoles (58%) no duerme bien y que, en general, dormimos menos horas (6,8) de las entre 7 y 9 recomendadas por noche.
“Socialmente el sueño nunca se ha visto como una necesidad ni como un hábito saludable. Al contrario, se ve como una pérdida de tiempo, un tiempo que se resta a la productividad o al ocio. A nivel histórico, ni en las campañas institucionales ni en las escuelas el sueño ha estado en la lista de hábitos a promover, por lo que las personas no lo tienen interiorizado como una necesidad. Al contrario, lo que se promueve y a lo que se le da valor es a las “ciudades que nunca duermen” o a los restaurantes y otros servicios abiertos 24 horas”, reflexiona la doctora María José Masdeu, neumóloga del Hospital Parc Taulí de Barcelona y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Sueño (SES).
Tal y como recoge la SES, para la experta en medicina del sueño, sin embargo, esto constituye un gran error, porque un buen descanso facilitaría la consecución de los otros propósitos enfocados en la mejora del estilo de vida: Dormir mejor predispone a hacer más ejercicio físico, del mismo modo que dormir mejor también contribuye a llevar una mejor alimentación.
“Al contrario de lo que parece, el sueño es un proceso muy activo, ya que a pesar de que nuestro cuerpo esta inmóvil, en su interior ocurren numerosos procesos biológicos como la reparación de las células desgastadas durante el día y acumuladas en los órganos como el cerebro, la recuperación de la energía, o el necesario descanso de los órganos vitales”, enumera Masdeu.