Tal y como afirma el experto, «muchas mujeres asumen como algo natural el prolapso de los órganos pélvicos en relación con los partos o por el paso del tiempo». Pese a no ser una condición grave para la salud, puede afectar enormemente a su calidad de vida, «como la gran mayoría tienen pocos síntomas», no recurren a la medicina para su valoración.
El suelo de la pelvis está compuesto, principalmente, por un sistema muscular, un tejido conjuntivo que está unido al hueso de la pelvis. Esas estructuras pueden fallar, debido a ciertos factores y hacer que los órganos pélvicos de la mujer, es decir, el útero, la vejiga y el recto, caigan sobre la vagina, produciéndose el prolapso.
Entre los factores de riesgo más asociados a esta condición, «destaca el parto, tanto el número de ellos, ya que, lógicamente, una mujer que tiene más hijos, tiene más probabilidades de que su suelo pélvico se deteriore, como al tipo de parto, es decir, partos de recién nacidos de gran peso, partos muy rápidos o muy lentos. Todo eso hace que el suelo pélvico se distienda de una manera significativa y se empiecen a deteriorar esos tejidos de sostén», subraya el experto.
Otros factores de riesgo a tener en cuenta son el sobrepeso u obesidad, así como todos aquellos que provoquen un aumento constante de la presión dentro del abdomen, como la tos crónica, el tabaquismo o el estreñimiento.