Redacción, 09-02-2022.- El ejercicio físico durante el envejecimiento incrementa la densidad sináptica (el espacio de la materia gris donde se desarrollan la conexiones neuronales). Gracias a esto es posible proteger la salud cerebral y las habilidades cognitivas. Sin embargo, la constancia es clave para conservar estos efectos beneficiosos.
Esta es la principal conclusión de un nuevo estudio internacional. En el mismo participan investigadores del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
La actividad física durante la tercera edad es una de las pautas más ampliamente prescritas para proteger la salud cerebral. Sin embargo, estas recomendaciones de actividad física se basan en observaciones epidemiológicas. Este nuevo trabajo permite por primera vez explorar estos mecanismos con el estudio directo de muestras de cerebro humano, según El Médico Interactivo.
En la investigación que ahora publica ‘Alzheimer’s & Dementia’ se hizo un seguimiento de la actividad física de 404 pacientes durante una media de 3,5 años antes del fallecimiento.
Los resultados obtenidos confirmaron que mayores tasas de actividad física diaria se asocian con un enriquecimiento en la cantidad y funcionalidad de todas las proteínas sinápticas en las regiones del cerebro analizadas.