Redacción, 27-01-2024.- En un ambiente laboral cada vez más demandante, el estrés se ha convertido en una constante que afecta a profesionales de todos los sectores. La presión por cumplir con plazos ajustados, las demandas crecientes y las expectativas elevadas generan tensiones que impactan negativamente tanto en el bienestar mental y físico como en el rendimiento.
“Ignorar el estrés puede llevar a una disminución de la satisfacción laboral y a un agotamiento profesional. Además, afecta a las relaciones personales y la calidad de vida en general. Por ello, es importante reconocer y abordar este problema de manera proactiva a través de estrategias personales o mediante la comunicación abierta en el entorno laboral para buscar soluciones”, explica Jorge Buenavida, psicólogo de BluaU de Sanitas.
El psicólogo Jorge Buenavida y el médico Efraín López, de BluaU de Sanitas han redactado consejos para gestionar el estrés en el trabajo:
- Comunicación abierta y resolución de conflictos: un trato transparente y la capacidad para abordar enfrentamientos de manera constructiva con los compañeros es fundamental para mantener un ambiente laboral saludable. De este modo, se elude la acumulación de tensiones y se fomentan relaciones positivas.
- Descansos breves y organización del tiempo: colaboran a la hora de prevenir la fatiga y el agotamiento. Con ello, se produce un equilibrio adecuado entre el trabajo y el descanso que aumenta la productividad y aminora la presión constante.
- Establecer límites y prioridades: permiten evitar la sobrecarga de tareas, brindando un prisma más eficiente en las tareas prioritarias. Esto merma la sensación de agobio y promueve un equilibrio entre el empleo y la vida personal.
- Prácticas de mindfulness y respiración profunda: son herramientas efectivas para reducir el estrés y centrar la mente en el momento presente. Además, estas prácticas ayudan a mantener la calma y a perfeccionar la toma de decisiones en situaciones complejas.
- Establecer rutinas saludables: incorporar hábitos saludables en la vida diaria, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y un buen patrón de sueño ayuda a mejorar el bienestar general.
- Buscar actividades de ocio: dedicar tiempo a nuevos hobbies o a actividades personales que se disfrutan fuera del trabajo es fundamental para mantener el equilibrio vital y reforzar aspectos como la autoestima y saber relativizar.