Redacción, 15-12-2024.- Más del 30% de los tratamientos estéticos para combatir el envejecimiento se realiza en hombres, que acuden a consulta con el objetivo principal de mejorar sin cambiar sus rasgos y obteniendo resultados naturales, el conocido como «efecto buena cara», según ha señalado la doctora María José Espiñeira, dermatóloga especialista de la Unidad de Medicina Estética y del servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Quirónsalud Córdoba y del Centro Médico Quirónsalud Jaén.
La doctora Espiñeira ha explicado que «hasta hace pocos años no era frecuente que los hombres acudieran a la consulta de medicina estética, sin embargo, en sólo cinco años se han multiplicado las citas y los tratamientos en hombres que buscan mejorar con un efecto natural. Este incremento se debe a que el hombre tiende cada vez más a cuidarse en todos los aspectos, dejando atrás el estigma de que se trata de tratamientos sólo para mujeres».
En este sentido, ha afirmado que cada paciente requiere un tratamiento personalizado, por lo que es fundamental aplicar la técnica más adecuada a cada tipo de piel.
La reducción de arrugas mediante neuromoduladores es el tratamiento estético más elegido tanto en hombres como en mujeres.
Tal y como recoge Quirónsalud, en el caso masculino, de cada 10 hombres que acuden a consulta, 7 recurren a esta técnica, ya que permite mejorar el rostro sin cambiar los rasgos faciales, pues combate las arrugas de expresión, proporcionando un aspecto más descansado. El mecanismo de acción de los neuromoduladores se basa en el bloqueo de la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, con el resultado de la relajación del músculo tratado.
La especialista ha señalado que la musculatura facial es responsable de la expresión de nuestro rostro. El reflejo de su contracción en la piel es lo que llamamos arrugas de expresión, que son temporales. Pero con el paso del tiempo, los movimientos repetidos de esta musculatura producen una serie de líneas permanentes, «que llamamos arrugas estáticas y que pueden suavizarse con los tratamientos, que se realizan en 3 zonas, frente, entrecejo y zona orbicular (que es la que produce durante su contracción las «patas de gallo»). Los efectos del tratamiento empiezan a notarse a los 3-4 días desde su aplicación, consiguiendo su efecto máximo a los 15 días aproximadamente. Su efecto es transitorio, con una duración de 4 a 6 meses, según cada paciente.