Redacción, 07-04-2022.- La matrona Paula Camarós, más conocida como Baby Suite, lleva tiempo revolucionando las redes sociales hablando de embarazo, parto y posparto. Esta auténtica ‘influencer de la obstetricia’ cuenta con 590.000 suscriptores en su canal de Youtube y más de 200.000 en su Instagram a los que ha enganchado por su estilo claro, ameno y atractivo a la hora de abordar todos estos temas relacionados con la maternidad.
Ahora publica El poder de crear vida (Planeta, 2022) una exhaustiva guía de casi 500 páginas en la que aborda no solo las diferentes etapas del proceso de ser madre sino también creencias infundadas o la importancia de la salud mental en este periodo. ¿Su objetivo? Que las mujeres tengan la información necesaria en sus manos para «sentirse más empoderadas y estar preparadas para tomar sus propias decisiones”. A continuación parte de la entrevista que recoge 20 minutos:
Pregunta- ¿Qué aporta El poder de crear vida a a otros libros sobre embarazo, parto y posparto ya publicados?
Respuesta- Te diría que aporta frescura. Cuando me contactó la editorial y empezamos con este maravilloso proceso busqué todo lo que había publicado hasta la fecha y estaba muy obsoleto. Por supuesto, en el mercado hay libros sobre el embarazo, parto y posparto que año tras año siguen siendo bestsellers pero El poder de crear vida es un libro extremadamente completo, cargado de contenido y sobre todo destacaría que está contado de una forma muy sencilla, con ilustraciones maravillosas que refuerzan las partes que pueden ser más más densas de leer y basado en la última evidencia científica. Además toca temas que otros pasan por alto.
«En los países en los que la medicina está a la orden del día estamos medicalizando un proceso natural y fisiológico que no debería serlo salvo en ciertos escenarios»
P- En el libro y en tu carrera en general has tomado como referencia una cita del obstetra francés Michel Odent: “Para cambiar el mundo primero hay que cambiar la forma de nacer”. ¿Qué defiendes para que este cambio sea posible y para que las decisiones y autonomía de las mujeres embarazadas sean cada vez más respetadas?
R- Realmente hemos empezado a perder un poco el norte a raíz de medicalizar un proceso que no debería ser medicalizado. Los porcentajes son alarmantes, de hecho la OMS en España los cataloga de preocupantes. ¿Por qué ocurre esto? Porque en los países en los que la medicina está a la orden del día estamos medicalizando un proceso natural y fisiológico que no debería serlo salvo en ciertos escenarios en los que la mujer parte con una enfermedad preexistente de base, en el que hay alguna complicación. Pero si generalizamos y aplicamos medicina a absolutamente todo, incluso a un proceso que es una etapa más de la etapa fértil de la mujer, es cuando nos empezamos a dar cuenta que las cosas no van como esperábamos. Esto se resume en un 25% de cesáreas cuando la OMS recomienda un 10% o en un 40% de episiotomías.
P- Tras estudiar enfermería pasaste seis años en Inglaterra formándote y trabajando en el Sistema Público de Sanidad Británico. Es un país pionero en parto respetado. ¿Qué podemos aprender de ellos en lo que se refiere al parto humanizado?
R- Yo me formé en España y me fui a hacer la especialidad a Reino Unido. Llegué a Inglaterra con una mochila pesada en la que traía prácticas obsoletas, desactualizadas y por aquel entonces no pensaba que lo eran. Venía de un país y vi que había otra forma de nacer y otra manera de vivir la maternidad. Al principio pensaba: ¿dónde me he metido? Pero con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que los que no estábamos nada actualizados éramos nosotros y que había otras maneras de respetar los tiempos y las decisiones de la mujer.
De mi experiencia en Inglaterra destacaría cuatro cosas: que se escucha a la mujer y a sus tiempos, se le informa y se le deja elegir, lo que se llama informed choice (elección informada). Tú a la mujer no le impones lo que vas a hacer sino que le das información, le hablas de los riesgos y beneficios, le das alternativas, le propones opciones y la mujer te pregunta. Y es la mujer o la mujer y su pareja los que toman la decisión informada basándose en lo que el profesional le aconseja y siempre en una buena praxis.
P- Insistes en que incluso si un parto acaba en cesárea, éstas también pueden realizarse de una manera humanizada. ¿Cómo hacerlo?
R- Es verdad que la cesárea es una cirugía mayor pero no deja de tener ese factor emocionante que es el de que vas a conocer al amor de tu vida y, por tanto, debería ser tratado como tal. Por supuesto, que es una cirugía que requiere un procedimiento estéril, aséptico, con una serie de pasos para que sea seguro para todo el mundo pero, ¿por qué no humanizamos un poquito más el proceso y dejamos que esta mujer entre por su propio pie siempre que sea una cesárea programada y no de urgencia? O estos camisones típicos de hospitales en los que llevamos medio culo fuera, ¿por qué no dejamos que la mujer se ponga otro camisón por encima para caminar y que no vaya enseñando el culo a medio hospital? O si lleva gafas, que no se las quiten para que vea bien al niño cuando se lo muestren.
Dejar a la pareja fuera en una cesárea es un sinsentido. La pareja tiene que estar con su mujer porque por muy cariñoso y empático que sea el equipo nunca va a ser como tener a tu pareja dándote ánimos, besos, consuelo o cariño. Si lo que realmente queremos es potenciar la oxitocina y que la mujer esté tranquila es incongruente que dejemos a su pilar fundamental fuera.