Redacción, 15-08-2022.-Las altas temperaturas obligan a las personas mayores a tomar ciertas precauciones para proteger su salud cardiovascular, sobre todo aquellas que sufren cardiopatías y están más expuestas a sufrir riesgos, advierte Sanitas.
El sistema circulatorio se vuelve más delicado con la llegada del verano porque el organismo tiende a perder más líquido del habitual. Esto reduce la cantidad de líquido que se encuentra en el torrente circulatorio, que origina una vasodilatación en el sistema arterial y provoca una circulación más lenta, según Sanitas.
El calor y las personas mayores
“Con el calor se producen alteraciones en el mecanismo termorregulador que intenta, a través del sudor y la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, que la temperatura corporal disminuya. Además, también se pueden producir mareos, síncopes o golpes de calor derivados de un aumento del estado de deshidratación o el debilitamiento de la tensión arterial”, explica David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Ante esta situación los expertos de Sanitas Mayores alertan sobre los síntomas que provoca la mala circulación y que pueden verse agravados por las altas temperaturas:
- Hinchazón de las extremidades: es el signo más común de la mala circulación. Afecta principalmente a las manos y a los pies.
- Varices en las piernas: el calor puede ocasionar que las varices se dilaten con mayor facilidad y, por lo tanto, crezca el volumen de estas.
- Sensación de frío y hormigueo en los miembros: las altas temperaturas hacen que la sangre circule más lentamente y se enlentezca el retorno venoso, y tanto en los pies como en las manos se encuentran muchas terminaciones nerviosas que provocan que a la sangre le cueste más llegar y se pierda cierta temperatura corporal.
Otros síntomas
- Erupciones en la piel: principalmente aparecen en la parte de las piernas, tobillos y pies. Cuando la sangre no consigue alcanzar las zonas más superficiales, se produce una sequedad que se manifiesta en forma de heridas o rozaduras.
- Debilitamiento del pelo y las uñas: aunque no sea muy frecuente, la mala circulación puede originar que el pelo y las uñas se vuelvan quebradizos ante la falta de nutrientes y vitaminas.