Redacción, 30-01-2022.- La flora vaginal, también conocida como microbiota vaginal, es el conjunto de microorganismos que, de forma natural, viven en equilibrio en la vagina de una mujer sana. Éstos sirven para proteger a la mucosa contra los patógenos que intentan infectarnos. Y, precisamente para ello, los probióticos vaginales juegan un papel fundamental.
Tal y como recoge Apoteka, los probióticos, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren efectos beneficiosos para la salud”. Es decir, cuando la flora vaginal tiene menos microorganismos de los que debería, los probióticos vaginales pueden ayudar a restablecerla añadiendo aquellos que le faltan.
En la farmacia, este tipo de medicamentos se pueden encontrar de dos maneras: como comprimidos de administración oral o como cápsulas, tampones, geles o comprimidos de vía intravaginal. En ambos casos, expertos en Biología Funcional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo defienden que los probióticos vaginales son “una alternativa terapéutica fiable y efectiva, de fácil administración y sin efectos secundarios notables”.
Cuándo usar los probióticos vaginales
Cuando la flora vaginal se desequilibra se producen molestias e irritaciones, pudiéndose desarrollar en esta zona íntima infecciones como la vaginosis bacteriana y la vaginitis candidiásicas. En el último de los casos, los síntomas son: picor intenso, irritación y flujo blanquecino grumoso. Mientras que en la vaginosis de origen bacteriano los signos principales que se presentan son: picor y un flujo abundante con un olor desagradable, como de pescado.