Redacción, 01-04-2022.- Investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), junto con el Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto que la exposición durante solo 24 horas al insecticida carbaril produce efectos nocivos en larvas de peces cebra, organismo modelo utilizado en investigación por la similitud de su sistema nervioso al de los seres humanos. Este insecticida afecta gravemente al comportamiento de estos organismos, comprometiendo su supervivencia.
El carbaril es un insecticida clasificado como potencial carcinogénico para las personas. Se absorbe por inhalación, ingestión y, en menor medida, contacto. A pesar de que está prohibido en algunos países o regulado en otros, como es el caso de España, se utiliza de forma habitual tanto en agricultura como en jardines y terrazas de uso cotidiano.
Los investigadores han demostrado que la exposición durante solo 24 horas a concentraciones del insecticida que se pueden encontrar normalmente en el medioambiente (0,066 a 660 nanogramos por litro de agua) producen efectos nocivos en las conductas de las larvas de peces cebra, comprometiendo su supervivencia.
Tal y como recoge IMédico, la razón por la cual estas concentraciones, inferiores a las consideradas como seguras, afectan al comportamiento radica en un mecanismo desconocido hasta la fecha. El insecticida bloquea los receptores de la adrenalina y serotonina, dos neurotransmisores clave para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Además, el carbaril, mediante este nuevo mecanismo, también altera la actividad cardíaca, aumentando significativamente el ritmo del corazón.
«Los resultados de este trabajo implican que los niveles de este insecticida en agua que hasta ahora se consideraban seguros en realidad son de alto riesgo para las larvas de los peces«, explica el autor principal del estudio e investigador del IDAEA, Demetrio Raldúa. «Este trabajo hace saltar las alarmas con respecto a su impacto en los seres humanos y muestra la necesidad de reevaluar este insecticida«.