Redacción, 20-04-2022.- El síndrome de las piernas inquietas (SPI), también conocido como la enfermedad de Willis-Ekbom, es una patología neurológica caracterizada por la presencia de molestias en las piernas. Hormigueo, quemazón, calambres o dolor son algunas de las sensaciones descritas por los pacientes que lo sufren.
Tal y como recoge Buscandorespuesta, lo peor es que todas estas molestias tan desagradables suelen aparecer o empeorar durante las horas de descanso.
Es cuando comienza a caer la noche cuando el paciente comienza a sufrirlas, experimentando una necesidad urgente de moverse para aliviarlas.
Esto hace que, en muchos casos, los pacientes tengan dificultar para conciliar el sueño o que se desencadenen despertares. Y es que la interrupción y la desestructuración del sueño es una de sus consecuencias principales. La Sociedad Española en Neurología (SEN) calcula que en España más de 2 millones de personas padecen esta enfermedad y que cerca de un 20% sufren una forma grave de este síndrome.
Y aunque se trata de una enfermedad bastante común, ya que se estima que la prevalencia del síndrome de las piernas inquietas alcanza al 5-10% de la población adulta y al 2-4% de los niños y adolescentes europeos, en muchísimos casos no está diagnosticada.
Algunos estudios apuntan que solo un 10% de los casos estarían diagnosticados y que esta cifra es aún menor en la infancia.
Y en algunos casos incluso pueden trascurrir períodos de 10 años hasta que el paciente recibe una respuesta sobre la causa de lo que le impide descansar.