Redacción, 29-05-2023.- Es habitual utilizar la expresión «dormir como un bebé» para referirse a dormir plácida y dulcemente, pero la realidad es que la llegada de la noche es un momento tan ansiado como temido para muchas familias. Esto se debe a que durante los primeros meses los bebés no solo no son capaces de dormir muchas horas seguidas, sino que es necesario, y forma parte de su desarrollo, que se despierten cada cierto tiempo para ser alimentados.
Tal y como recoge OK Diario, es posible trabajar para mejorar el sueño del bebé y, por tanto, el descanso familiar. Esto se puede conseguir a través de un plan que consistirá en instaurar una serie de hábitos que mejoren la higiene del sueño del bebé. Laura Pazos, especialista de SleepyKids apunta que, para ello, es preciso que entendamos algunas nociones básicas de la teoría del sueño infantil, ya que en base a ello comprenderemos mejor la situación y podremos marcarnos expectativas realistas.
Se debe tener en cuenta:
• La edad y la alimentación nocturna, ya que hay alimentos que pueden ayudar a mejorar el ciclo del sueño.
• Las temidas regresiones, tanto las motivadas por causas internas (a los 4 meses, los 8, los 12, los 18 y los 24), como las referidas a causas externas (incorporación al trabajo del cuidador/a principal, mudanza, inicio de la escuela infantil, ampliación de familia, etc…).
• El temperamento del bebé, sus señales de cansancio y ventanas del sueño.
• Filosofía de crianza, tipo de lactancia, práctica o no de colecho, etc.
• Apoyos del sueño.
• Rutinas y rituales diarios.