Redacción, 20-03-2014.- La Clínica La Luz ha incorporado el uso de la tecnología en tres dimensiones (3D) para sus intervenciones de cirugía mínimamente invasiva, lo que permitirá a los cirujanos incrementar la precisión de las intervenciones y minimizar los riesgos para el paciente.
La aplicación de la tecnología 3D soluciona el problema que presenta la laparoscopia y que es la limitación de visión del cirujano, el cual tenía que observar el interior del paciente a través de un monitor que ofrecía imágenes en sólo dos dimensiones, perdiéndose, por tanto, la percepción de profundidad.
Por el contrario, con la tecnología 3D el médico puede obtener la misma información espacial de los órganos y tejidos del paciente que en la cirugía abierta, pero con una mejor calidad de imagen del campo quirúrgico. Además, reduce la fatiga del especialista, incluso en intervenciones prolongadas.
En concreto, el sistema está formado por un laparoscopio, un sistema de recepción y gestión de vídeo, un monitor de alta definición y unas gafas especiales. «La incorporación de esta tecnología para determinadas operaciones que hasta ahora se venían realizando a través de la vía laparoscópica tradicional supondrá una mayor precisión a la hora de realizar intervenciones complejas, con todo lo que ello supone en materia de reducción de tiempos de cirugía y de minimizar posibles riesgos para el paciente», ha aseverado el Jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica de la Obesidad de La Luz, Manuel Miras.
A su juicio, esta tecnología se podrá utilizar, sobre todo, en operaciones de cirugía de la obesidad mórbida, intervenciones de cáncer de recto y esófago y hepatectomía (extirpación de parte del hígado), entre otras.
De hecho, un estudio publicado recientemente en el ‘Journal of Experimental & Clinical Cancer Research’ y realizado por especialistas del Instituto Nacional de Cáncer Reina Elena de Roma (Italia), ha demostrado que en una extirpación de la glándula tiroides, esta tecnología es «segura y efectiva» y proporciona los cirujanos una «buena» percepción de profundidad y un reconocimiento «más sencillo» de las estructuras anatómicas.
Finalmente, otra investigación, liderada por el doctor Pitmin Storz, del Hospital Universitario de Tubinga (Alemania) y publicada en ‘Surgical Endoscopy’, ha mostrado que, frente a la modalidad tradicional de dos dimensiones, la tecnología 3D permite al cirujano trabajar «más rápido» y «sin causar daño» y además, en operaciones complejas «mejora» la seguridad del paciente.
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