Redacción, 22-08-2024.- La llegada de las vacaciones veraniegas y el consecuente aumento de los desplazamientos en avión provocan que cada verano se hable del conocido como síndrome de clase turista. Este término se acuñó en los años noventa cuando se identificó un aumento de síntomas de trombosis venosa en los pasajeros que realizaban viajes de larga duración en avión en clase turista.
La especialista en Medicina Interna del Hospital HM Regla, Dra. Yolanda Martínez Pinto, afirma que “este síndrome consiste en la formación de coágulos en las venas profundas de las piernas, dando lugar a una trombosis venosa profunda. Si uno de estos trombos se desprende del lugar original donde se ha creado puede viajar a lo largo del sistema circulatorio hasta llegar a una arteria pulmonar y taponarla, dejando sin riego sanguíneo una parte del pulmón, provocando un tromboembolismo pulmonar, que puede llevar a la muerte a quien lo padece”.
El motivo por el que pueden originarse coágulos en las venas de las piernas durante un viaje en avión de larga distancia es la postura poco ergonómica del viajero, condicionada principalmente por la escasez de espacio.
Como medidas preventivas la especialista en Medicina Interna de HM Regla recomienda “levantarse y pasear por la cabina cada una o dos horas, elegir asientos amplios y si es posible de pasillo, no llevar ropa ajustada, estar bien hidratado, no llevar las piernas cruzadas y hacer ejercicios de flexo-extensión de tobillos y rodillas durante el trayecto”.
Además, tal y como recoge HM Hospitales, es recomendable evitar los fármacos hipnóticos ya que aumentan la inmovilidad y no consumir alcohol, ya que favorece la deshidratación. Asimismo, cuando se tienen antecedentes personales de mala circulación es aconsejable utilizar medias o calcetines de compresión gradual ascendente.