Redacción, 26-03-2022.- La astenia primaveral es un estado de cansancio, apatía y debilidad que se produce especialmente al inicio de la primavera. El organismo puede tener ciertas dificultades para adaptarse a los cambios estacionales. Todas estas circunstancias pueden afectar al estado de ánimo de niños, jóvenes y adultos.
Tal y como recoge El Médico Interactivo, la incidencia de este trastorno se ha multiplicado en las últimas décadas y se estima que cerca del 2% de la población sufre en algún momento de su vida sus efectos. Se presenta especialmente entre los 20 y los 50 años, y afecta más a mujeres que a hombres.
En la mayoría de las ocasiones, los síntomas suelen ser leves y duran apenas unos días. Los biorritmos se adaptan a la rutina primaveral en un par de semanas como máximo. Y también es recomendable mantener los hábitos adecuados de sueño para dormir, al menos, 6-7 horas cada noche.
Los síntomas más habituales son:
- Problemas de concentración.
- Irritabilidad.
- Disminución de la libido.
- Apatía.
- Menos apetito.
Asimismo, pueden aparecer otros signos de la astenia primaveral, como la caída del cabello, las uñas frágiles, molestias faríngeas, picores generalizados o heridas en los labios.
Hábitos de vida saludable
Para evitar los efectos de la astenia primaveral, los médicos recomiendan mantener una rutina diaria, con horarios regulares de comidas y sueño. Además, es necesario seguir una dieta sana y equilibrada (con menos alimentos calóricos y más frutas y verduras, desayuno fuerte y cenas ligeras) y con abundante hidratación. Igualmente, es beneficioso realizar ejercicio moderado.