Redacción, 06-06-2022.– Médico de familia y profesora de Sexualidad y Fertilidad en la Universidad de Navarra, Cristina López del Burgo, soñaba con formar una familia numerosa pero no ha podido tener hijos. Ahora apoya a parejas infértiles.
A continuación se recoge parte de la entrevista realizada por el Diario de Navarra:
«Los hombres y las mujeres que no pueden tener hijos sufren mucho y tienen un gran sentimiento de culpa»
Respuesta- Nosotros nos casamos hace veintiún años y entonces aún se hablaba menos que ahora. La gente nos preguntaba: ‘¿Para cuándo el niño?’ ‘¿No os animáis?’ Si haces esas preguntas, tienes que estar preparado para que te contesten mal porque igual esa pareja está en un tratamiento de fertilidad o en pleno duelo. A mi marido le daba más apuro pero yo enseguida preferí aclarar abiertamente que no podíamos. Nosotros somos creyentes y pensamos: “Si es lo que Dios quiere para nosotros, adelante”. Lo que no nos gusta es que nos digan: “Qué bien vivís sin hijos”. Los hombres y las mujeres que no pueden tenerlos sufren mucho y tienen un gran sentimiento de culpa. Hay que conversar mucho para que la pareja no se rompa. Muchos hombres sufren porque aún se identifica masculinidad con fertilidad. No nos olvidemos de ellos.
«A mí casi me costó más aceptar que no íbamos a adoptar que el hecho de no haber podido tener hijos biológicos»
P-¿No pensaron en adoptar?
R- Durante un tiempo estuvimos discerniendo si la adopción podía ser nuestro camino pero vimos que no. A mí casi me costó más aceptar que no íbamos a adoptar que el hecho de no haber podido tener hijos biológicos. Nos tenemos el uno al otro y ¡no nos íbamos a quedar en casa llorando! Además, en su día contamos con la ayuda de varias personas que nos arroparon.
«Nos tenemos el uno al otro y ¡no nos íbamos a quedar en casa llorando!»
P- ¿Barajaron seguir algún tratamiento de reproducción asistida?
R- ¡También hemos tenido que dar muchas explicaciones sobre este asunto! Pero no quisimos dar el paso porque no entraba en nuestros planes. Ni por motivos médicos (los tratamientos son muy duros) ni éticos (por la manipulación de embriones).