Redacción, 23-02-2022.- Elena Blanco y Gonzalo Oroño son pediatras además de pareja y padres de dos niños. Desde hace algún tiempo compaginan sus respectivas consultas con la autoría de su exitoso blog Dos Pediatras en Casa, al que han trasladado con naturalidad y sencillez sus consejos sobre pediatría y que fue ganador de los Premios 20Blogs en 2020. Auténticos influencers en cuestiones de salud infantil, a día de hoy casi 83.000 personas les siguen su perfil de Instagram.
Tal y como recoge 20 minutos, tras la publicación de su primer libro, Dos Pediatras en Casa: una guía sobre salud infantil, inauguran la nueva colección de Salud y Bienestar para Peques del sello Timunmas con dos libros ilustrados: ¡Lávate las manos! y ¡Lávate los dientes!. Dos pequeños manuales dirigidos a niños de entre tres y siete años ideados para que incorporen a su día a día estas dos rutinas de higiene tan importantes de una manera divertida.
Pregunta.- Con estos dos libros arranca la colección de Salud y Bienestar para Peques de Timunnas, ¿qué ha supuesto para vosotros esta nueva aventura?
Respuesta.- La verdad es que ha sido un reto muy grande porque estamos acostumbrados a hacer divulgación sobre todo para padres y madres. Con un lenguaje sencillo y ameno pero dirigido a personas adultas. Aunque en la consulta siempre intentamos dar recomendaciones también a los niños plasmar en un libro unas explicaciones solo para ellos e intentando entrar en su imaginario ha supuesto un reto.
Hemos explicado a los padres mil veces cómo deben hacer sus hijos el lavado de manos o el lavado de dientes pero cuando nos centramos en los niños tenemos que quitar lo que realmente no es importante. Hemos tenido que aprender a resumir para enviar las ideas claves a los niños pero estamos muy contentos con el resultado.
P.- A diferencia de vuestro anterior libro, Dos pediatras en casa: una guía sobre salud infantil, aquí no solo tenéis que convencer y seducir a los padres sino también a los niños. ¿Cómo os planteasteis los libros para que les resultasen atractivos?
R.- Lo que hicimos fue hablar con nuestros propios hijos y preguntarles ‘¿Cómo te gustaría que fuera esto? ¿Cómo harías tú el lavado de manos? ¿Cómo harías el de dientes?’. Viendo el interés que tenían nuestros niños de seis y tres años, que además es la edad ideal para estos libritos de cartón, pues de ahí tomamos las ideas para luego enviar las directrices a la ilustradora y a nuestra editora.
P.- ¿Qué suman las ilustraciones de Esther Bernal? ¿Cómo llegáis a ella?
R.- Desde el primer día que vimos dibujos suyos nos encantó su trabajo. Plasma lo que somos nosotros, hemos encontrado nuestra alma gemela pero en el dibujo. La propuesta llegó a través de nuestra editora y el trabajo con Esther ha sido súper sencillo. Aparte del texto, le mandamos una especie de storyboard de lo que queríamos plasmar en esas únicas diez páginas que tiene cada libro y ha hecho un trabajo impresionante. Ha traducido nuestras ideas a un lenguaje visual. Por ejemplo, en vez de utilizar primeros planos de las manos o la boca ha hecho dibujos de diferentes niños para que ellos se identifiquen o ha caracterizado cada uno de los dibujos con cositas que cada peque tiene en su lavabo.
¿Qué importancia tiene instaurar las rutinas de higiene en los más pequeños de la casa y por qué es tan importante adquirirlas, además, de una manera divertida?
R.- Los hábitos de higiene forman parte del cuidado y de la salud de las personas y los niños son también personas. Obviamente aunque al principio les ayudamos los padres tienen que ir aprendiéndolas y cogiendo autonomía para llevarlas a su vida y convertirse, a su vez, en adultos con unos hábitos de higiene adecuados. El problema surge cuando en estas rutinas de higiene hay niños que no se dejan o no quieren colaborar, o padres que a lo mejor tras muchos intentos desisten porque dicen ‘es imposible’, sobre todo, en el tema de lavarles los dientes. Libros como estos y otros recursos como las canciones les ayudan a ir aprendiendo estos hábitos de manera divertida sin tener la sensación de que es una obligación. Es una manera natural de que un niño integre esto en su vida cotidiana.
P.- ¿Les suele costar a los padres inculcar los hábitos de higiene en los peques? ¿Os suelen pedir trucos en consulta de forma habitual?
R.- Con el lavado de manos la verdad es que no nos ha pasado que nos digan que los niños muestran rechazo. Quizás están más acostumbrados a que les bañemos y peinemos y no suele ser dar problemas. Además ahora con el Covid vemos como todos los niños desde bien pequeños se echan jabón o gel hidroalcohólico y lo practican de manera habitual en los colegios.
P.- ¿Cómo se vive la pediatría en tiempos de pandemia? ¿Habéis notado mayor preocupación o inquietudes por parte de los padres que os visitan?
R.- Llevamos ya dos años de pandemia y las inquietudes te diríamos que han variado muchísimo. Al principio había máxima preocupación por el virus, no solo en los niños sino también en su efecto en los adultos y un miedo radical a la infección. Luego ya pasó a miedo radical a que los niños le pegaran la infección a los adultos. Lo hemos vivido así porque además para buscar medidas de conciliación los abuelos, a pesar de todo, se hacen cargo muchas veces de sus nietos. Los padres han estado preocupados ante cualquier síntoma que antes era lo de todos los días: mocos, toses, fiebres… Preocupados por si era el Covid y luego también por si les hacíamos la prueba del Covid. Esto también ha supuesto un cambio muy importante en nuestras consultas y es una cosa que todos los pediatras estamos deseando que termine porque los niños no quieren venir ya que casi siempre se acaban haciendo la prueba. Por desgracias, en estos dos años todavía no se ha inventado otra manera de hacerla menos molesta.