Redacción, 23-07-2021.- Una dieta más rica en pescados grasos ayudó a las personas que padecen migrañas frecuentes a reducir el número mensual de dolores de cabeza y la intensidad del dolor en comparación con los participantes con una dieta más rica en grasas y aceites vegetales, según un nuevo estudio publicado en la revista ‘The BMJ’.
El ácido linoleico es un ácido graso poliinsaturado que se obtiene habitualmente en la dieta estadounidense a partir del maíz, la soja y otros aceites similares, así como de algunos frutos secos y semillas.
Tal y como recoge La Nueva España, los estudios anteriores del equipo, más pequeños, exploraron si el ácido linoleico inflamaba los tejidos y las vías de procesamiento del dolor relacionado con la migraña en el nervio trigémino, el mayor y más complejo de los 12 nervios craneales del cuerpo. Descubrieron que una dieta con menor contenido de ácido linoleico y mayor de ácidos grasos omega-3 (como los que se encuentran en el pescado y el marisco) podía calmar esta inflamación de las vías del dolor.
En una intervención dietética de 16 semanas, los participantes fueron asignados al azar a uno de los tres planes de dieta saludable. Todos los participantes recibieron paquetes de comida que incluían pescado, verduras, hummus, ensaladas y productos para el desayuno.
Durante el periodo de intervención, los participantes controlaron el número de días de migraña, su duración y su intensidad, así como el modo en que sus dolores de cabeza afectaban a su capacidad para desenvolverse en el trabajo, la escuela y la vida social, y la frecuencia con la que necesitaban tomar analgésicos.
La dieta más baja en aceite vegetal y más alta en pescado graso produjo entre un 30% y un 40% de reducción en las horas totales de dolor de cabeza
La dieta más baja en aceite vegetal y más alta en pescado graso produjo entre un 30% y un 40% de reducción en las horas totales de dolor de cabeza por día, las horas de dolor de cabeza severo por día y los días de dolor de cabeza en general por mes en comparación con el grupo de control. Las muestras de sangre de este grupo de participantes también tenían niveles más bajos de lípidos relacionados con el dolor.
A pesar de la reducción de la frecuencia de las cefaleas y del dolor, estos mismos participantes sólo informaron de pequeñas mejoras en la calidad de vida general relacionada con la migraña en comparación con otros grupos del estudio.
La migraña, una enfermedad neurológica, figura entre las causas más comunes de dolor crónico, pérdida de tiempo de trabajo y disminución de la calidad de vida. Más de 4 millones de personas en todo el mundo padecen migraña crónica (al menos 15 días de migraña al mes) y más del 90% de los que la padecen son incapaces de trabajar o funcionar normalmente durante un ataque, que puede durar entre cuatro horas y tres días.