Redacción.-17-04-18. Hacer deporte es vital para combatir la hemofilia en los niños. Mediante el ejercicio, un niño hemofílico puede desarrollar músculos fuertes que lo protegerán de sus posibles golpes y reducirán las probabilidades de tener sangrados, según recoge ‘Vithas’. En el Día Mundial de la Hemofilia, la doctora Patricia Martínez, hematóloga del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón, nos da las claves para el cuidado de estos niños. Tal como explica la doctora Martínez, “el ejercicio físico hecho regularmente es muy importante para la salud de todas las personas hemofílicas, facilita que los pacientes mejoren en su coordinación y en mantener un peso adecuado”.
Los familiares de los niños con trastornos de la coagulación deben hablar con los médicos acerca de los deportes y actividades que son adecuadas para ellos. “Es posible que las personas con trastornos leves no tengan que evitar ninguna actividad, -comenta la doctora Martínez -, en cambio según el grado de la enfermedad y su gravedad algunos niños tendrán que mantenerse alejados de deportes de velocidad o de contacto físico intenso como el hockey o el fútbol, aunque algunas actividades como la natación, caminar y jugar golf son buenas para la gran mayoría de ellos”.
De hecho, la natación es uno de los mejores deportes para las personas con hemofilia. Implica una manera segura de fortalecer los músculos sin hacer demasiada presión o estrés en las articulaciones.
Respecto a completar las actividades deportivas con fisioterapia la Dra. Martínez afirma “que esta terapia ayuda a la prevención de lesiones musculoesqueléticas, mediante ejercicios apropiados. En caso de que aparezca una lesión, su objetivo será disminuir la inflamación y minimizar las posibles secuelas”.