Redacción, 11-08-2023.- El verano es la estación del año en la que más se alteran nuestras rutinas. Días más largos, altas temperaturas y escasas precipitaciones propician un aumento de las actividades diurnas hasta altas horas de la noche. Además, tanto los niños como la mayoría de la población adulta cogen vacaciones en estos meses, por lo que el sueño no permanece inmune ante estas alteraciones.
El Dr. Pablo González Uriel, especialista del Servicio de Neurofisiología del Hospital HM La Esperanza y experto en sueño, apunta que «la suma de factores ambientales, como el aumento de la temperatura y las horas de luz, y conductuales, con cambios en los horarios y en la dieta particularmente, alteran nuestro ritmo circadiano, que se consigue mediante la repetición de horarios durante el resto del año se trastoca en esta estación».
Tal y como recoge HM Hospitales, para comprender mejor la relación entre los trastornos del sueño y el verano debemos ahondar en el concepto de ritmo circadiano, el cual se define como los cambios físicos, mentales y conductuales en el ser humano que siguen un ciclo de 24 horas.
Recomendaciones para evitar el insomnio
• En cuanto a la habitación donde se duerme, se debe mantener fresca, con la apertura de ventanas en las primeras horas del día y uso de ventilador durante la noche.
• Prendas ligeras y ropa de cama adecuada de materiales transpirables, como el algodón o el lino, que faciliten la ventilación y la evaporación del sudor.
• Cenas ligeras y pobres en grasas saturadas. Evitar la cafeína y la nicotina en las horas cercanas a acostarse.
• Evitar actividades estimulantes antes de dormir como el uso de dispositivos electrónicos (teléfonos móviles o tabletas), al menos una hora antes de ir a dormir, ya que la luz azul que emiten puede interferir con la calidad del sueño.
• Intentar, en la medida de lo posible, llevar una rutina que nos permita adquirir pautas de sueño, con horarios adecuados.