Redacción, 31-10-2021.- Los españoles están recuperando poco a poco el control de su vida, interiorizando y readaptando sus hábitos y antiguas rutinas a la nueva realidad. Como resultado, están disminuyendo los niveles del estrés derivados de la pandemia.
Concretamente, en España, el 75% de los encuestados sufre estrés ahora mismo, tal y como recoge el estudio ‘Cigna 360 Well-being Survey. Esta cifra se sitúa 6 puntos por debajo del porcentaje registrado en diciembre de 2020 (81%), momento en que los niveles de estrés en la población española alcanzaron el pico más alto.
Tal y como recoge Cigna, teniendo en mente los múltiples riesgos que presenta el estrés para nuestra salud, es importante adoptar pautas desde un enfoque integral. Solo así será posible comprender cómo y por qué una persona reacciona de una manera, o ante qué situaciones experimenta emociones negativas.
Acciones para hacer frente a factores de estrés que se producen en el día a día y que repercuten en la salud de las personas:
Relacionarse con el círculo social más cercano y compartir las inquietudes del momento.
Compartir una situación de estrés con amigos, familiares o compañeros, puede ser un gran alivio y ofrecer una nueva perspectiva.
Reconocer y comprender la realidad actual.
Es recomendable dar un paso atrás y evaluar lo que está pasando, entendiendo que todos los pilares que influyen en la salud integral (Whole Health) están interconectados (salud laboral, familia, hogar, red de apoyo, salud financiera y acceso a la atención médica). Así, será más fácil hacerse cargo de la situación y tomar el control de la realidad.
Convertir el ejercicio físico regular y el descanso nocturno en un hábito.
Emprender acciones relacionadas con la promoción de un estilo de vida saludable es muy recomendable para ayudar a mejorar el bienestar emocional de cada individuo. Respetar las horas de sueño de forma regular permite reiniciar la mente y mejorar la sensación de bienestar.
Incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina C y omega-3.
La comida puede contribuir a combatir el estrés, apostando por alimentos ricos en vitamina C, magnesio, calcio y omega-3, los cuales garantizan la liberación de dopamina y serotonina, hormonas que influyen en la sensación de felicidad.
Confiar en el consejo de un profesional de salud mental.
Asistir a sesiones de coaching con terapeutas o psicólogos es recomendable a la hora de afrontar posibles conflictos derivados del día a día. Hay que recordar que cada persona tiene una forma diferente de sentir y percibir el entorno.
Utilizar aplicaciones de bienestar mental que potencien la meditación.
Es interesante contemplar la implantación de herramientas que contribuyan a reducir el estrés y la ansiedad con el objetivo de cuidar la salud mental de las personas.