Redacción, 12-05-2022.- Entrevista a Francisco José Soria Perdomo, geriatra del Hospital Universitario 12 de Octubre y del Hospital La Luz de Madrid, en la que aborda la importancia del zinc en nuestro organismo.
A continuación parte de la entrevista que recoge La Razón:
«La deficiencia de zinc puede llegar al 31% y se va agravando en la medida que envejecemos»
Pregunta.- ¿Por qué es importante el zinc en el buen para el buen funcionamiento del organismo?
Respuesta.- El Zinc es importante tanto en poblaciones de niños como ancianos. Aunque no tenemos más de 3-4 g de Zinc en el organismo, dicho metal está presente en muchas enzimas, así como factores elementales para la expresión de nuestro contenido genético. El Zinc es muy importante en la prevención de la formación de radicales libres que dañan a nuestras células y pueden contribuir en múltiples enfermedades degenerativas (el llamado estrés oxidativo). De hecho, dosis de más de 40mg de Zn elemental pueden contribuir en la formación de células espermáticas en el adulto, así como déficits hormonales de hombre adultos.
Acorde a la OMS la deficiencia de zinc puede llegar al 31% y se va agravando en la medida que envejecemos (así como nuestra propia inmunidad).
La ingesta recomendada de zinc para un adulto se sitúa entre 8 mg/día para las mujeres y 11 mg/día para los hombres.
«En las poblaciones más jóvenes el zinc tiene un efecto directo en el crecimiento y el desarrollo neurológico»
P.- ¿Si existe una carencia de zinc en el organismo, qué provoca?
R.- Un efecto trascendental es el compromiso de nuestro sistema inmunológico, un ejemplo de ello serían las defensas de nuestras vías respiratorias (de hecho, existen grupos de investigación trabajando en estas épocas de COVID 19 en este entorno). Por lo que está en continua investigación el efecto del déficit de Zinc sobre nuestras defensas.
En las poblaciones más jóvenes el Zinc tiene un efecto directo en el crecimiento y el desarrollo neurológico.
También existen alteraciones musculoesqueléticas y de la piel asociadas al déficit de Zinc.
P.- ¿Es cierto que consumir las cantidades adecuadas de zinc a través de la dieta se asocia con un menor riesgo de deterioro de la función física y síndrome de fragilidad en personas mayores?
R.- El Zinc sirve como elemento antiinflamatorio ayudando a controlar el estrés oxidativo, lo que consiste entre otras cosas a reducir el daño generado por vía inflamatoria en la medida en la que envejecemos. De igual manera influye en la síntesis proteica. En varias publicaciones se ha apreciado la utilidad de la ingesta de Zinc y el menor riesgo de fragilidad (entendido como la pérdida de capacidad de responder a estímulos estresores, así como la pérdida de masa muscular y de fuerza física) en poblaciones de adultos mayores.
Nuestros mayores son particularmente susceptibles a estos déficits minerales en vista de las alteraciones de la dentición (lo que limita la ingesta de carne y nueces, la poca ingesta de alimentación adecuada en general y la polifarmacia.
P.- Y si por alguna circunstancia no se consume el zinc adecuado en esa dieta ¿se debe recurrir a los suplementos?
R.- En publicaciones de alto impacto como la revista Clinical Nutrition comentan que existe la evidencia de déficit de zinc en dietas veganas. También los fitatos, componente en plantas (tubérculos cáscaras de las semillas y cereales), son potentes inhibidores de la absorción de zinc. En poblaciones adultas no ancianas se recomiendan para pacientes con procedimiento de cirugía bariátrica para control de peso la vigilancia y aporte de Zinc. El Zinc está presente en el pescado, carne, mariscos. También en legumbres, huevos y pan integral.
«El exceso de Zinc también puede ser pernicioso para nuestro sistema inmunológico»
P.- Pero teniendo cuidado en la cantidad, supongo ¿el zinc en exceso provoca algún efecto secundario?
R.- El exceso de Zinc también puede ser pernicioso para nuestro sistema inmunológico. Se ha demostrado como en hombres, un elevado consumo de suplementos de zinc produce un riesgo significativamente mayor de cáncer avanzado de próstata, así como la inhibición de los efectos beneficiosos de los biofosfonatos, el incremento de los niveles de testosterona, alteración en el perfil lipídico y puede fomentar una disfunción inmune. Una suplementación con zinc, especialmente en altas dosis, también puede producir otros efectos adversos como interferir y disminuir el estatus corporal de cobre. Recordemos que Paracelso, en el siglo XVI, llegó a la siguiente conclusión: “Todo es veneno y nada es veneno, sólo la dosis hace el veneno”