Redacción, 22-01-2015.- Este tratamiento, incluido dentro del Programa de Promoción de la Crianza Positiva, una estrategia internacional para la mejora de la salud mental infantil, tenía como objetivo disminuir los primeros síntomas del autismo previos al diagnóstico para mejorar la interacción social durante el primer año de vida del bebé.
«Nuestros hallazgos indican que utilizar terapias basadas en vídeos (de ellos mismos) ayuda a los padres a entender y responder al particular modo de comunicación que tienen estos niños durante su primer año de vida», explicó el profesor de la universidad de Manchester y coordinador de la investigación, Jonathan Green. Green aseguró que esta técnica, en la que los padres ven grabaciones de ellos mismos interactuando con sus hijos, podría ayudar a las familias a «modificar las conductas relacionadas con el autismo así como sus síntomas». En la investigación participaron 54 familias que tenían un hijo con riesgo de autismo y que recibieron un mínimo de seis sesiones de tratamiento junto a un terapeuta en su casa.
Durante la terapia se visualizaron vídeos en los que aparecían secuencias en las que los padres interactuaban con su bebé para ayudarles a entender y responder a la manera en la que su hijo se comunicaba con ellos. Después de cinco meses, las familias que recibieron el tratamiento notaron las mejorías en la participación, la atención y la conducta social de su bebé. Además, el estudio reveló que, tras la terapia, los padres mostraron cambios en su conducta, como ser menos exigentes en sus interacciones aunque incrementasen la atención por su bebé.