Redacción, 10-08-2014.- Mientras el sacerdote Miguel Pajares empieza a ser tratado de ébola, este sábado se conocía la muerte de la religiosa congoleña Chantal Pascaline, que había quedado en Monrovia (Liberia).
«Lo lógico sería repatriar a otras personas que se hayan contagiado», afirma la enfermera Pino González, de Médicos del Mundo, que lucha contra la enfermedad en Sierra Leona.
Sanitarios, cooperantes y voluntarios de Médicos del Mundo, Cruz Roja, Acción Contra el Hambre y Médicos Sin Fronteras, entre otras ONG, trabajan en los países africanos más afectados por el virus (Sierra Leona, Guinea y Liberia), donde atienden a los pacientes y hacen una labor de concienciación de la población sobre las vías de contagio para evitar la propagación del ébola.
El sistema de salud de la zona es «muy débil», y «hay muchas barreras de accesibilidad», a lo que se añade que ahora es la época de lluvias y la dispersión de población es muy alta, explica en declaraciones a Efe la enfermera Pino González, también presidenta de su organización.
«No es tan sencillo para toda la población del país poder llegar hasta los centros sanitarios», lamenta. La ayuda internacional llega, pero es insuficiente, critica Pino González. Hace falta mucho más apoyo y compromiso de la comunidad internacional, añade, «porque es una situación grave y hay muchos lugares en los que seguir atendiendo».