Redacción, 03-02-2014.- La investigación farmacéutica representa el 18 por ciento del total de la investigación en España y en los dos últimos años la inversión y el número de investigadores contratados ha descendido significativamente. Antoni Villaró, Director General de Ferrer, ha explicado a La Vanguardia los principales problemas que tiene el sector farmacéutico y en especial la investigación dentro del contexto económico actual del país.
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PREGUNTA: En el contexto económico actual, ¿en qué situación se encuentra la investigación española?
RESPUESTA: La investigación farmacéutica española representa aproximadamente el 18 por ciento del total de la investigación en España. Sólo la investigación automovilística estaría al mismo nivel en cuanto a inversión en nuestro país. Lamentablemente, la situación ha cambiado: antes del 2008 era un sector que crecía pero en los dos últimos años la inversión y sobretodo el número de investigadores contratados en España ha descendido significativamente. Antes del 2008 la inversión superaba los 1000 millones de euros, que es una cifra respetable en investigación y el cierre del 2012 de acuerdo con los datos de Farmaindustria, la patronal del sector, la inversión se aproximaba a los 970 millones de euros. Más que la reducción de 30 millones, es el desencanto de los investigadores que tienen que seguir investigando. El sector tiene 4.330 investigadores bien directos intramuros o bien en acuerdos con otras instituciones académicas. El 80 por ciento de los cuales son titulados superior o doctor. El 45 por ciento de esta inversión se realiza extramuros, un nuevo modelo de Ferrer, que son contratos con empresas, entidades públicas de investigación, hospitales y universidades que es donde realmente se encuentra la ciencia. El 20 por ciento de esta inversión está en áreas de biotecnología, no tradicionales respecto al desarrollo químico que ha hecho que el sector farmacéutico haya crecido tanto en los últimos años.
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«El 20 por ciento de esta inversión está en áreas de biotecnología»
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PREGUNTA: ¿Se pueden mejorar los plazos de la investigación para que los medicamentos lleguen antes a los pacientes?
RESPUESTA: Hay cuatro puntos fundamentales que evaluar. El primer tema es que hay factores relacionados con el propio medicamento. No es lo mismo investigar un medicamento para el dolor que para el cáncer o problemas crónicos en el que es necesario evaluar su supervivencia y mortalidad y en el que los estudios clínicos no pueden llegar a durar meses sino años. Cada medicamento tiene su duración en el proceso de investigación. El segundo factor es la exigencia de las agencias reguladoras europea y americana. Cuando el producto empieza a tener un cierto valor en cuanto a sus experimentos,la FDA exige una serie de estudios. En función de la duración de esos estudios, el medicamento puede llegar al mercado en tres o cinco años. Pero la obsesión de las agencias reguladoras es garantizar la seguridad a largo plazo. Otro punto a tener en cuenta es el modelo de la investigación que hace que llegue más temprano o más tarde.
Ferrer cambia el modelo de investigación: de un modelo intramuros e integrado a un modelo extramuros y de trabajo en red con los hospitales públicos del país. Y el último punto, y más importante, es que las empresas farmacéuticas debemos mejorar nuestra productividad.
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PARADIGMA ACTUAL DE LA INVESTIGACIÓN FARMACÉUTICA
Es un tema de constante y permanente discusión en los últimos años pero no es fácil. En cualquier caso, asegura Villaró, nunca cambiará de forma rápida por mucho que avance la tecnología o se abarate el coste de un análisis, por cuatro razones. En el paradigma de la investigación farmacéutica interviene el gobierno, que tiene como función fundamental asegurar que cualquier medicamento que salga en el mercado sea seguro, eficaz y esté disponible para todos los pacientes que lo necesiten. Esto que parece fácil es extremadamente complejo. Los hospitales tienen sus comités de ética, sus procesos de rigor, sus protocolos internos y es muy difícil cambiar el paradigma. Los pacientes sí que pueden empezar a cambiar el paradigma porque son pacientes cada vez más exigentes y con mayor conocimiento de su enfermedad. Por tanto, matiza el Director General de Ferrer en las páginas de La Vanguardia, pueden exigir modelos diferentes a través de las asociaciones de pacientes. Y las empresas farmacéuticas, como todas, necesitan tener un retorno de toda la inversión. Poner los intereses de estos cuatro colectivos hace que a veces sea contrapuesto. Puede ser que cambie pero nunca será un cambio radical o destructivo en este modelo.
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