Redacción, 06-09-2016.- El Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos ha elaborado unas recomendaciones básicas para dar con los zapatos perfectos para el nuevo curso. La elección del calzado es un factor fundamental, especialmente para niños de 1 a 8 años (desde que se empieza a calzarlos hasta que se ha producido el desarrollo del 80% de la evolución angular y torsional de los miembros inferiores).
Durante el crecimiento y la maduración de la marcha, es necesario realizar revisiones periódicas, para comprobar que no existe ninguna complicación y, si la hay, tomar las medidas necesarias para que no afecte a otros componentes anatómicos como las rodillas o espalda. Lo más recomendable es llevar al niño al podólogo, al menos una vez al año. El inicio del curso puede ser un buen momento para empezar y además aplicarse los siguientes consejos.
Diez recomendaciones para empezar con buen pie el cole
1.Cuidado con las modas y con dar prioridad a la estética: las manoletinas o bailarinas no son el calzado más adecuado ni la moda del zapato con tacón o plataforma a juego para madres e hijas que promocionan algunas marcas.
2. A pesar de haber elegido un calzado correcto, los zapatos y zapatillas deben utilizarse solo unas horas del día. Es recomendable que en casa los pies estén libres, y será suficiente utilizar un calcetín antideslizante o zapatilla de casa, si no existe ninguna contraindicación. Hay que evitar que anden descalzos. La propiocepción es importante, sobre todo durante las primeras etapas de desarrollo.
3.En las extraescolares hay actividades deportivas como la natación o las artes marciales que practican descalzos, lo que puede favorecer la aparición de papilomas plantares. Lo recomendable en vestuarios y piscinas es ir calzado preferiblemente con escarpines tipo surf o barranquismo. Además, es conveniente hacer un seguimiento: cuanto antes se detecte es más eficaz el tratamiento y menos doloroso el problema.
4.Los chicos y chicas que practiquen fútbol u otra actividad deportiva (tenis, balomnano, baloncesto….) que requiera un calzado específico deben ponérselo solo para la práctica deportiva.
5. Las deportivas con ruedines son un juguete y no se deben llevar al cole. Su uso debe estar limitado como máximo a una o dos horas a la semana. Pueden ocasionar problemas por la altura de su tacón, peso excesivo e inestabilidad.
6. No hay que que sobreproteger el pie. Algunas zapatillas deportivas tienen tanta calidad (comodidad, transpiración y ligereza) que si se abusa de ellas, el pie se acostumbrará a un excesivo confort. Si el calzado cumple las funciones que deberían desempeñar de forma natural los propios elementos del pie (amortiguación, flexibilidad, movilidad) estos elementos se atrofian y perjudican a la evolución natural de pie.
7. Hay que hacer una inspección frecuente de los pies de los peques, incluida la zona entre los dedos y también del calzado por si surgen aristas o se acumula suciedad que pueda dañar sus pies.
8. Hay que lavar los pies a diario, secándolos con cuidado, sobre todo entre los dedos. Hay que controlar la temperatura del agua, que no sea superior a 37 grados: a veces la sensibilidad no es buena y se pueden provocar quemaduras.
9. En caso de sequedad excesiva, puede ser conveniente usar aceites y cremas lubricantes.
10. Hay que cortarles las uñas en línea recta y en caso de no saber acudir al especialista.