Redacción, 26-04-2017.- La hipertensión arterial afecta a alrededor de 1.800 millones de personas en el mundo y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) supone la primera causa de mortalidad en el mundo. El 75% de las personas con hipertensión arterial tienen un alto riesgo de sufrir un ictus, un infarto o daño renal. La hipertensión arterial se produce cuando la presión arterial supera las cifras de 140/90 mmHg y entre las primeras medidas que se recomiendan para su control está la reducción en el consumo de sal de las comidas, con el objetivo de reducir la ingesta de sodio. En concreto, según las recomendaciones de la OMS, el consumo máximo diario de sal no debiera superar los 5 gramos.
Un estudio realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (USA) parece que pone en cuestión esta medida. El equipo de investigadores siguió durante un periodo de 16 años a un total de 2.632hombres y mujeres, de los que recogió los datos de presión sanguínea y que en el momento del inicio del estudio no sufrían de hipertensión.
Los resultados del estudio muestran que la limitación en la ingesta diaria de sodio puede no ser tan crítica como se considera actualmente. El seguimiento de los participantes en el estudio mostró por un lado que aquellos que consumían dosis más altas de sodio presentaron cifras de presión arterial inferiores a los que tomaban de esa cantidad de sodio (2.500 miligramos). Aunque el segundo grupo tenía de inicio la presión sanguínea más alta que el primero, la reducción en la ingesta de sodio no consiguió reducir esas medidas.
Como refiere Lynn Moore, una de las autoras del estudio, «los nuevos resultados apoyan los alcanzados en todos estos estudios en los que se cuestiona la validez de las bajas ingestas dietéticas de sodio en la población general».
La parte novedosa del estudio viene del descubrimiento de que aquellos participantes del estudio que ingerían mayores cantidades de potasio, calcio y magnesio presentaban las medidas más bajas de presión arterial.
«Nuestros hallazgos, así como otros alcanzados previamente en otros trabajos, llaman la atención sobre la importancia de la ingesta elevada de potasio sobre la presión arterial y, muy probablemente, sobre el pronóstico cardiovascular. Esperamos que nuestro estudio ayude a centrar las actuales recomendaciones dietéticas en la importancia de aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio, calcio y magnesio con el objetivo de mantener unas cifras de presión arterial saludables» Como concluye Lynn Moore, «