Redacción, 10-07-2017.-El colágeno es la principal sustancia que rodea y recubre las células que forman los distintos tejidos.Existen hasta 28 tipos distintos en el organismo.
En relación con las articulaciones, nos interesan 2 tipos: el de tipo I y el de tipo II. El colágeno de tipo I es una proteína presente en huesos, tendones, ligamentos, piel y dentina, entre otros. El de tipo II es el que encontramos mayoritariamente en el cartílago de las articulaciones. En concreto el 99% de los complementos de colágeno que se encuentran en el mercado son colágenos de tipo I principalmente. Ahora bien, dependiendo del origen animal, existen tres tipos de colágeno de tipo I: el porcino, el bovino y el extraído de peces.
El colágeno, explica Imanol Urkola, biólogo del departamento del departamento de I+D de Plameca, “se extrae de las partes del cuerpo que son ricas en este componente, como la piel, los huesos o las escamas. Una vez extraído, el colágeno se hidroliza (se rompe en fracciones más pequeñas llamadas péptidos) para obtener péptidos de bajo peso molecular que permiten una mejor asimilación”.
Como curiosidad, el técnico de Plameca señala que «los colágenos obtenidos de pescado tienen un sabor y un olor muy fuertes que se compensan mediante la adición de saborizantes y aditivos. Por el contrario, los colágenos de origen bovino o porcino tienen un sabor mucho más neutro, y suelen requerir menos aditivos”.
«Los efectos beneficiosos del colágeno sobre las articulaciones no dependen ni del origen ni del tipo de colágeno”, destaca Urkola. Una vez consumido, cuando llega a las articulaciones, allí, esos fragmentos se acumulan en el espacio entre las células del cartílago (condrocitos). Estas células detectan esa gran cantidad de fragmentos de colágeno a su alrededor y lo interpretan como una señal de que el colágeno articular se está degradando en exceso”. Como consecuencia, los condrocitos se activan y empiezan a sintetizar colágeno nuevo para reparar y mantener la integridad del cartílago. De modo que, » el consumo prolongado de colágeno ayuda a regenerar el colágeno del cartílago de las articulaciones, disminuyendo el dolor y la inflamación”. Es decir, «no es importante que el colágeno que ingerimos sea de tipo I o tipo II, lo importantes es que esté hidrolizado enzimáticamente y que garantice un tamaño de partícula muy pequeño para así optimizar su absorción y obtener los mejores resultados”, resume el experto.