Redacción, 06-02-2015.- El brote de sarampión mantiene en alerta a las autoridades estadounidenses conforme se extiende por el país, al tiempo que reaviva el debate, tanto político como médico, sobre la obligatoriedad de vacunar a los menores de edad.
Entre el 1 al 30 de enero de 2015, se han reportado 102 casos de sarampión en 14 estados, la mayoría relacionados con un brote de la enfermedad que comenzó en el parque Disney en California. «Los niños en mayor riesgo de contraer la enfermedad son los que no están vacunados y por eso recomendamos que sean vacunados», dijo a Efe Paul Gastanaduy, epidemiólogo de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
De acuerdo con datos de los CDC, pese a que la mayoría de los programas de vacunación financiados por el Gobierno federal reportan tasas de vacunación altas entre los más pequeños, 26 estados y el Distrito de Columbia no registraron la meta de cobertura de dos dosis en un 95 por ciento.
El experto señaló que la falta de vacunación constituye una «barrera» que puede provocar brotes como el que afecta actualmente a varios estados. Agregó que el temor a los efectos que pueda tener la vacuna en los menores, que en algún momento se especuló podía tener alguna relación con el autismo, son infundados.
Gastanaduy apuntó a que otras de las razones por las que los padres deciden no vacunar es por el temor a introducir algo que no es natural en el organismo de sus hijos o por el hecho de que se administren varias vacunas al mismo tiempo. «La vacuna es efectiva, segura -algo que ya se ha comprobado repetidamente-, y puede prevenir una enfermedad potencialmente seria», dijo.