Redacción, 30-12-2014.- La vocal del Colegio Oficial de Podólogos del País Vasco, Leire Unanue, ha asegurado que caminar descalzo cuando se llega a casa es beneficioso para los pies, especialmente en invierno y, siempre y cuando, se camine por una superficie limpia y no haya alteraciones estructurales que necesiten estabilizarse con tratamientos ortopédicos o similares.
«Durante la temporada estival usamos un calzado que no estabiliza el pie y el gasto energético de la musculatura es mayor porque en muchas ocasiones el pie es el encargado de sujetar el zapato y no al revés. Esto genera sobrecargas y distintas lesiones, que después se verán reflejadas al retomar el calzado de invierno», ha explicado Unanue. Por ello, prosigue, es necesario conocer la morfología del pie y vestirlo en base a ella.
En este sentido, la experta ha explicado que la anchura y la largura son factores importantes para que no se padezcan presiones laterales ni engarramientos de los dedos, ya que, si el calzado no respeta la largura del pie, los dedos se engarran para caber dentro del mismo.