Redacción, 10-02-2017.- El dolor en niños, al igual que en adultos, afecta a todos los niveles. Su impacto y extensión alcanza varios grados: emocional, social, económico y laboral, afectando también a familiares que se ven involucrados en esta realidad. “Se calcula que en torno al 30% de los niños experimenta algún tipo de dolor crónico; en los más pequeños es más común que se infravalore su malestar considerando su dolor como una cuestión asociada al crecimiento”, ha apuntado el profesor Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil Universidad Rovira i Virgili-Fundación Grünenthal y director de la I Jornada Nacional de dolor infantil: La atención a los niños y jóvenes con dolor y sus familias: un deber inexcusable, celebrada en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El manejo del dolor infantil se perfila como un auténtico reto social. Por ello, otro de los desafíos, en opinión del Dr. Reinoso-Barbero, coordinador médico de la Unidad de Dolor Infantil del Hospital Universitario La Paz de Madrid, y codirector de la Jornada, pasa por “lograr un manejo multidisciplinar, que implique a distintas especialidades coordinadas y articuladas en unidades asistenciales específicas”. En este sentido, el profesor Miró ha destacado que “se ha mejorado y avanzado mucho en el abordaje de esta patología en niños, pero aun así, nos queda mucho camino por recorrer”.
Por su parte, los profesionales reunidos han insistido en la necesidad de crear más unidades de dolor infantil, así como en la importancia de diseñar e implementar programas específicos para el manejo del dolor infantil en los hospitales. Además han coincidido en destacar que el futuro de un correcto abordaje del dolor entre los más pequeños pasa por una clara identificación epidemiológica, sus problemas y repercusiones; por el desarrollo de las herramientas adecuadas de valoración del dolor, imprescindibles para su tratamiento; por el establecimiento de guías clínicas eficaces, y, muy especialmente, por determinar las opciones terapéuticas más adecuadas en función de las características y del perfil de cada paciente.