Redacción, 16-04-2015.- Unos 8 millones de españoles no podrán besar, suavemente, la arboleda, como decía Antonio Machado en su poesía «La primavera besada» porque representan a la población que cuando se produce la polinización floral comienza a estornudar y a sufrir congestión nasal, en el mejor de los casos, explica Estrella Serna en La Razón. A partir del mes de abril las flores liberan su polen, que se convierte en un alérgeno en personas sanas pero predispuestas, incluso genéticamente, a tener una reacción atípica en su organismo frente a un agente externo (olivo, gramínea) que en sí mismo no presenta ninguna toxicidad.
La coordinadora de la Red Española de Aerobiología (REA), la catedrática de la Universidad de Córdoba Carmen Galán, ha indicado a Efe que «ya se están detectando concentraciones importantes de abedul en Galicia, que van a trasladarse a Cantabria».
Asimismo, en ciudades como Madrid, Sevilla o Córdoba, donde el diseño ornamental cuenta con plátanos de sombra, se pueden llegar a alcanzar más de 1.000 gramos de polen por metro cúbico de aire al día: «es la principal causa de alergias durante la primavera temprana, en abril y marzo», precisa Galán.