Redacción, 12-06-2014.- En los últimos años han aparecido nuevos fármacos antiagregantes que ya se han posicionado como tratamiento de referencia para el abordaje del paciente que ha sufrido un síndrome coronario agudo (SCA), es decir, infarto agudo de miocardio o una angina de pecho inestable, y que además han demostrado ser coste-efectivos en comparación con la doble terapia clásica con clopidogrel
A pesar de ello, y en parte debido a su alto coste, su penetración en España sigue siendo baja. De este modo, mientras en el resto de Europa ya se están prescribiendo en un 40-80% de los casos, en España, a nivel global, se estima que este porcentaje no alcanza el 20%
Esta desigualdad se refleja también dentro de la geografía española, donde hay comunidades como Galicia, Asturias, Ceuta y Melilla, Aragón, Murcia o Cataluña, en las que la cuota de mercado de los nuevos antiagregantes se estima que oscilaría entre el 10 y el 19%, aproximadamente.
Dentro del grupo de fármacos antiagregantes encontramos el clopidogrel, fármaco de referencia utilizado hasta el momento, y el prasugrel y ticagrelor, que han aparecido más recientemente y que han demostrado ser más eficaces, más potentes, más rápidos y, en algunos casos, incluso reducir la tasa de mortalidad en comparación con el clopidogrel.
El SCA es la causa más frecuente de ingreso hospitalario en los servicios de cardiología y cada año afecta a cerca de 120.000 personas en España. Además, 43.787 personas fallecen cada año en nuestro país debido a un infarto (25.532 varones y 18.255 mujeres), según los últimos datos INE.