Redacción, 27-02-2024.- Después de la dieta, los medicamentos son el factor que tiene más impacto sobre la microbiota intestinal. Los antibióticos desempeñan un papel terapéutico crucial, pero su empleo incorrecto y generalizado se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como el asma y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Esto es debido a que alteran el equilibrio de la microbiota que nos acompaña a lo largo de nuestra vida.
Uno de los efectos secundarios más conocidos de los antibióticos es la diarrea, que afecta a una cuarta parte de las personas que toman estos medicamentos.
Tal y como recoge Stada, aunque la mayoría de los episodios de diarrea causada por antibióticos suelen ser leves, se observan casos de diarreas persistentes. Estas diarreas que no remiten de forma espontánea se deben a que los antibióticos eliminan tanto a las bacterias patógenas responsables de la infección como a la gran mayoría de bacterias beneficiosas del intestino. Además, la alteración de la microbiota intestinal, junto con factores genéticos, tiene un impacto sobre el sistema inmunitario, lo que puede aumentar el riesgo de afecciones en el futuro como alergias o enfermedad celíaca.
Además de los antibióticos, algunos estudios apuntan que uno de cada cuatro medicamentos de uso habitual podría estar afectando al crecimiento de los microorganismos intestinales.
Los antiinflamatorios como el ibuprofeno, los antidiabéticos orales, los inhibidores de la bomba de protones de la familia del omeprazol, los antihipertensivos, los suplementos de hierro y los laxantes, entre otros, también pueden alterar la composición y las funciones de la microbiota intestinal. En el mejor de los casos, la microbiota puede tardar hasta 3 meses a recuperarse. Pero hay especies de bacterias beneficiosas para la salud, como por ejemplo las bacterias productoras de butirato que desaparecen por completo tras el tratamiento con antibióticos y otros medicamentos.