Redacción, 20-01-2021.- Se sabe que la lactancia materna se asocia con mejores resultados de salud en la infancia y la edad adulta, y las investigaciones anteriores han demostrado que los bebés que reciben leche materna tienen menos probabilidades de desarrollar asma, obesidad y enfermedades autoinmunes, en comparación con aquellos que son alimentados exclusivamente con fórmula.
Sin embargo, hasta ahora, los mecanismos inmunológicos responsables de estos efectos han sido muy poco conocidos. Tal y como recoge Redacción Médica, en este nuevo estudio, los investigadores han observado por primera vez que un tipo específico de células inmunitarias, llamadas células T reguladoras, se expanden en las primeras tres semanas de vida en los bebés humanos amamantados y son casi dos veces más abundantes que en los bebés alimentados con fórmula.
Estas células también controlan la respuesta inmunitaria del bebé contra las células maternas transferidas con la leche materna y ayudan a reducir la inflamación.
Los investigadores esperan seguir estudiando este mecanismo biológico en recién nacidos prematuros y enfermos que han desarrollado complicaciones inflamatorias.