«No todo el peso de la acción sanitaria ha de recaer sobre el paciente. Debe conocer sus objetivos de salud, pero el profesional también tiene que poner de su parte». Es el apunte del doctor Alfonso Pobes, quien ayer abrió las XII Jornadas Asturianas sobre Hipertensión Arterial en el Auditorio Príncipe Felipe, en Oviedo, organizadas por el doctor Francisco Fernández Vega.
Durante su ponencia, que trató sobre el tratamiento antihipertensivo de los pacientes ancianos y su actitud, explicó que es necesario individualizar los casos a partir de los 65 años, dejar de lado las cifras genéricas que sirven para marcar los riesgos en cuanto a tensión arterial se refiere. «Hay que tener en cuenta la capacidad para ser independiente del paciente, su estatus vital y pronóstico a medio plazo. Hay que individualizar cada caso», apuntó el doctor, quien también hizo mención a los valores que aparecen en los medidores de presión arterial, cada vez más presentes en los hogares. «Hay riesgo si la presión arterial es superior a 160 milímetros de mercurio. A partir de los 65 años, la orquilla se debe reducir. La cifra exacta no la sabemos, pero se debería situar entre 140 y 150. Si se llega a esos valores, la presión tiene que ser reducida con el menor daño posible», indicó el doctor Pobes.
El médico también ofreció una serie de consejos durante su conferencia para plantar cara a la hipertensión. «El pilar fundamental para prevenirla es el de la nutrición, hay que reducir el consumo de sal y comida precocinada. También es muy importante aumentar la actividad física, hacer ejercicio de forma diaria. Es fundamental», señaló.