Redacción, 11-04-2015.- El doctor José Casas Rivero, pediatra y responsable de la Unidad de la Adolescencia del Hospital Universitario La Paz de Madrid, señala en este video de Efe Salud las dos causas que fundamentan el descontrol cerebral en un «teenager»: su amígdala, donde se generan los impulsos y la emotividad, está más desarrollada; y su corteza prefrontal, donde se controla el ímpetu, se habilitan las tareas simultáneas o se planifica el futuro, está inmadura.
El cerebro crece de forma progresiva. La amígdala cerebral, del tamaño de una nuez, es un conjunto de neuronas que hacen que los adolescentes sean ruidosos, revoltosos, impulsivos, sexis o agresivos; rasgos que a buen seguro tienen mucho que ver con la evolución de la raza humana, sobre todo cuando el hombre y la mujer intentan conquistar metas teóricamente inalcanzables.