Redacción, 27-01-2015.- Privar al cuerpo de alimento causa episodios depresivos y aumenta la tristeza, el desanimo, la irritabilidad y los ataques de ira-agresividad, al tiempo que incrementa la ansiedad e incluso hace perder el interés en las relaciones sociales y sexuales, según ha asegurado la psicóloga especialista en trastornos de la conducta alimentaria, Sonia Durán.
Además, prosigue, la restricción de comida afecta a todos los ámbitos de la persona y la hace más vulnerable a sufrir un trastorno de la conducta alimentaria como anorexia nerviosa, bulimia nerviosa o ingesta compulsiva.
«La obsesión por conseguir el cuerpo perfecto suele ser tan grande que se minusvaloran las consecuencias de seguir una dieta restrictiva inadecuada para el organismo. Las dietas suelen fracasar porque no se elige adecuadamente el tipo de dieta que necesita cada individuo. El numero de kilos que se necesita bajar para alcanzar un peso saludable, y el modo para conseguirlo, siempre debe estar marcado por un profesional sanitario que cuide La salud en el proceso de adelgazamiento», ha apostillado la experta.