Redacción, 26-11-2020.- El lifting cervicofacial rejuvenece la cara y el cuello corrigiendo los cambios que se producen con el paso del tiempo, sin modificar la expresión. Con esta intervención se frenan los signos de envejecimiento provocados por el estrés y la exposición solar ganando firmeza y tono cutáneo. Además se minimizan las arrugas, surcos y pliegues del rostro que provocan la pérdida de expresión del rostro. El lifting cervicofacial tensa los músculos de la cara, elimina el exceso de grasa y redistribuye la piel de la cara y el cuello.
Tal y como recoge Quirónsalud, la técnica consiste en realizar una serie de incisiones a lo largo de la línea del cabello y alrededor de las orejas para reposicionar las capas musculares, piel y grasa, retirando el tejido sobrante. Las cicatrices quedan disimuladas tras el pelo y en los pliegues naturales de la cara.
Postoperatorio
Se aplica un vendaje que se retira al cabo de 24 horas para reemplazarlo por un vendaje elástico. La primera noche tras la cirugía se puede colocar un pequeño tubo detrás de las orejas para drenar cualquier líquido que se pudiese acumular. La mayoría de los puntos de sutura se retiran a los cinco días y los del pelo, más tarde.
Vuelta a la normalidad
Lo habitual es que en 2 semanas la apariencia sea normal. Suele producir pocas molestias después de la cirugía. Si las hubiese, se alivian fácilmente con la medicación prescrita por los cirujanos. Tras la intervención se debe mantener la cabeza elevada y evitar la actividad física durante la recuperación y hasta que la inflamación haya disminuido o desaparecido, que suele ser en las primeras dos o tres semanas. Los resultados son duraderos.