Redacción, 25-12-2019.- La Navidad es una época en la que normalmente descuidamos un poco la alimentación debido a las numerosas reuniones sociales con la familia y amigos que se realizan en ésta época del año. Sin embargo, los expertos recomiendan realizar una serie de hábitos para intentar que la Navidad sea lo más saludable posible.
Desde Cinfa, comparten esta serie de consejos para que sea más fácil realizar esta tarea.
- Diseña tu menú con antelación. Dedica tiempo a planificar tu menú, para que sea festivo y suculento, sin necesidad de caer en cantidades exageradas de alimentos hipercalóricos ni de gastarse mucho dinero. Por ejemplo, es mejor decantarse por entrantes individuales que sembrar la mesa de platos de embutidos o quesos. Son opciones ideales para el primer plato las menestras y las cremas de verduras. O si te decides a servir ensalada, prueba a añadirle legumbres, frutos secos o alguna fruta.
- Haz la lista de la compra. Es la mejor manera de ajustarnos a lo que verdaderamente necesitamos para preparar el menú que ya tenemos diseñado y, sobre todo, de no caer en las tentaciones en forma de turrón o polvorón que nos encontraremos a cada paso en el supermercado. También es una buena idea hacer la compra con el estómago lleno; el hambre puede ser una pésima consejera.
- Planea tu recorrido en el súper y proponte un tiempo límite. De esta manera, no te entretendrás comprando lo que no necesitas ni perderás el tiempo en los pasillos de los chocolates, aperitivos y golosinas. También es recomendable que dejes los productos frescos para el final y, sobre todo, los congelados.
- Adquiere solo las cantidades que necesites. Ofrecer raciones individuales te resultará más económico, porque calcularás mejor, y permitirá que todo el mundo coma lo que debe, sin cometer excesos. Para los estómagos más implacables, puedes añadir a la lista de la compra unos frutos secos que poder ofrecer tras el postre.
- Compra pensando en asar o cocinar a la plancha. No es necesario que te compliques con grandes piezas de carne o marisco acompañados de salsas cremosas o con guisos muy elaborados. El pollo de corral, el pavo o ciertos pescados enteros (lubina, dorada, besugo o gallo) pueden ser grandes amigos de tu horno y de tu plancha. Estas técnicas culinarias te proporcionarán, además, tiempo para preparar la mesa y el resto de platos con tranquilidad.
- Acompaña con verduras. Di no a las patatas fritas y sí a los pimientos, berenjenas, calabacines… Las hortalizas y verduras constituyen siempre una opción sabrosa y saludable tanto para abrir el apetito antes de comer como para acompañar los platos principales. Nos permitirán disfrutar de la comida y, al mismo tiempo, controlar las calorías, azúcares y grasas saturadas que consumimos.
- Innova con frutas. Manzanas, peras, uvas, naranjas, limones, pomelos, mandarinas, caquis, kiwis, etc. Tanto las frutas de temporada como las tropicales pueden formar parte de tus entrantes fríos y de los postres más saludables y originales.
- Mantén a raya el alcohol en tu carrito. Aunque los vinos, el champán, las copas y los licores nunca faltan en los eventos navideños, abusar del alcohol puede provocarnos la temida resaca y supone, además, una ingesta de calorías vacías. Por este motivo, adquiere las cantidades mínimas en el supermercado y ofrece alternativas como refrescos no azucarados y, por supuesto, agua. Que haya siempre una jarra de agua sobre la mesa os ayudará a beber menos alcohol, además de a manteneros hidratados y más saciados.
- Y después de comer, ¡muévete! Tras la comida, si es posible, lo más recomendable es salir a pasear. Además de hacer mejor la digestión, estaréis realizando actividad física, tomando aire fresco y pasando un rato muy agradable. Recuerda, además, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar al menos treinta minutos diarios de ejercicio físico. No los aparques en Navidad.
- No te olvides del resto de días no festivos. Completa la compra con alimentos saludables que no hayas podido incluir en los menús de los días festivos, para compensar el resto de la semana los excesos de esos banquetes: ensalada, verdura, fruta, legumbre…