Redacción, 15-12-2014.- La falta de agua potable, saneamiento e higiene en los centros de obstetricia está matando a las madres y los recién nacidos de los países en desarrollo. Una nueva investigación cuyos resultados se publican en ‘Plos One’. Sus autores, miembros de nueve organizaciones líderes en cuestiones sanitarias, piden a los gobiernos que actúen para salvar vidas y permitir a los trabajadores de salud capacitados que hagan su trabajo.
WaterAid, la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, ‘United Nations Population Fund’, la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, la Universidad de Aberdeen, ‘The SoapBox Collaboration’, ‘BRAC University’ y ‘Evidence for Action’ hacen en este documento una llamada para proteger la vida de las madres y sus bebés, mejorando el acceso al agua potable, el saneamiento básico y la higiene en los centros de salud y hogares.
A su juicio, a pesar de las mejoras realizadas en la atención de la salud, las nuevas madres y los recién nacidos siguen muriendo debido a que, a menudo, no existe un suministro seguro de agua potable, buenas prácticas de higiene y saneamiento adecuados. Como ejemplo, ponen la situación en Tanzania, donde menos de un tercio (30,5 por ciento) de los nacimientos ocurren en lugares con agua potable y saneamiento básico, de forma que, en 2013, una de cada 44 mujeres se enfrentan a la muerte en el parto durante su vida.