Redacción, 11-10-17.- La llegada de la estación otoñal y el invierno conlleva la reducción de las horas diarias de sol, lo que tienen una decisiva importancia en lo que se refiere a los niveles de vitamina D.
Según los expertos, desde octubre a febrero es más complicado alcanzar las dosis recomendadas de vitamina D en la latitud en la que se encuentra España por esa falta de exposición a la luz solar. Por ello, recomiendan intentar exponerse al sol al menos 30 minutos diarios, e incrementar la cifra a partir de enero, cuando se aconseja exponer a la radiación UV un 10% del cuerpo durante 130 minutos.
Existen además otros factores que influyen en gran medida en cómo nuestro cuerpo genera la vitamina D, como la forma del cuerpo, la vestimenta invernal e incluso la edad, dado que la capacidad del cuerpo para producir esta vitamina en los adultos de media edad es un 66% menor que en los niños.
Debido a todos estos motivos los expertos también aconsejan, bajo prescripción médica, el uso de suplementos orales de vitamina D, que suponen una forma segura, bien tolerada y accesible para mantener unos niveles apropiados de esta vitamina en el organismo.