Redacción, 15-09-2023.- Durante los meses de verano es habitual haber sufrido problemas en la piel debido a la sobreexposición al sol, al cloro de las piscinas, a la sal del mar, al calor, al sudor o a la humedad.
Los diferentes factores externos a los que se enfrenta la piel pueden provocar erupciones cutáneas, urticaria o dermatitis. Estas alteraciones suelen ser erróneamente conocidas como alergias al sol y al sudor, tal y como desvelan desde el servicio de Alergología del Hospital de Torrejón.
“La patología conocida como ‘alergia al sol’ en realidad no existe. Este nombre abarca alteraciones de la piel que tienen como factor común la reacción de la misma ante el sol, aunque ninguna de ellas sea una alergia. Se pueden destacar dos alteraciones dermatológicas relacionadas con la exposición a la luz del sol: la urticaria solar y la erupción solar polimorfa”, explica Armando Bueso, especialista en Alergología e Inmunología del centro torrejonero.
Tal y como recoge Torrejón, la primera de ellas se trata de una fotosensibilidad caracterizada por picor, enrojecimiento y ronchas en áreas expuestas a la luz solar. Aparecen a los 5-15 minutos de la exposición y se resuelve en menos de 24 horas. La erupción solar polimorfa suele aparecer entre la primavera y los inicios del verano, afectando especialmente a la cara y al escote con lesiones pequeñas que aparecen a las pocas horas de la exposición solar.
El Dr. Bueso asegura que “el tratamiento ideal para resolver estas patologías son los antihistamínicos, que suelen actuar con rapidez”, aunque si no mejoran los síntomas “se pueden añadir corticoides”.